Más deprisa


Un día, mirando las opciones para configurar el programa que uso para escuchar los Podcasts, descubrí que una de las cosas que se podía hacer era incrementar la velocidad del audio, concepto que según lo probé para ver como sonaba, se convirtió en un elemento fundamental de mi vida. Ahora, no concibo escuchar un podcast a una velocidad que no sea un treinta por ciento superior a la normal y lo mismo con los audiolibros, tanto para los idiomas español como en inglés, con lo que salvo por el cine, todo lo que escucho está siempre acelerado. Llegar al treinta por ciento de incremento de velocidad fue pasar previamente por las paradas técnicas del diez y el veinte por ciento. Ahora ya no asumo que la velocidad actual es la final ya que en cualquier momento hago una prueba y descubro que no tengo ningún problema de comprensión si incremento la velocidad aún más.

Lo que sí que he notado y es un efecto colateral inesperado, es que ahora la gente, cuando habla, me parecen retardados que hablan muy lento. En las reuniones en la oficina, miro a los colegas como si se merecieran una paga por su minusvalía y con algunos, que casualmente hablan muy pausado, directamente se me activan todos los tics que tengo y algunos que ni sabía que tenían y ellos pueden ver en mi cara y en mis gestos que si tuviera un arma de fuego en mis manos, les daba el finiquito allí mismo y te puedo asegurar y te aseguro que no se me cambaba la peluca al hacerlo.

Imagínate si no solo se puede escuchar más rápido sino que hubiera manera de hacer que la gente hable más deprisa, que se pudiera configurar incluso por julay y cuando te cruzabas con alguien por la calle o en un funeral, la transacción de información se hacía de manera más veloz, calcula que el treinta por ciento quiere decir que una hora de diálogo se queda en cuarenta y seis minutos, prácticamente ganas un cuarto de hora de tu vida que puedes usar para otras cosas. En la oficina, las reuniones de una hora nos darían más de quince minutos para usar en otras cosas y ni te cuento la de días de nuestra vida que podríamos haber usado para la contemplación de los gallifantes durante la educación, tanto la básica como el bachillerato y la universitaria.


5 respuestas a “Más deprisa”

  1. He quedado muy preocupado por ti ¿Y si cuando te acuestes con una tia se aplican tambien los efectos colaterales? jajaja 🙂
    Salud

  2. Genín, varias apreciaciones: 1º este tío no tiene tics, tiene TOC clarísimo. 2ª debería buscar ayuda profesional, pero es tan cabezón que, como siempre, seremos el resto del mundo el que tiene el problema 3ª no te preocupes, no hay mujer que le de el nivel exigido de rareza.

    sulaco: desde el cariño te lo digo, háztelo mirar, ya sabemos que tu cabeza va a otro ritmo que el de los humanos, pero tendrás que aprender a relajarte, por tu bienestar mental…

  3. Genín, Dios te puso las manos para que le puedas tapar la boca en esas circunstancias a la pava y que no te de la vara. O eso, o esparadrapo o te pones unos auriculares con reducción activa de ruido y como no sabemos leer los labios, podemos seguir a lo nuestro.