2012


El cine de grandes catástrofes ha existido desde siempre. Hay muy pocas cosas que pierdan tanto a un director como la posibilidad de lucirse dirigiendo masas enaltecidas y demostrándonos que estamos condenados como especie y que el final se acerca. Por supuesto que si el director es norteamericano tendrá el presupuesto pero también tendrá que apañárselas para tener un final feliz y procurar que ningún animal sufra durante el rodaje de la película. Yo ya empiezo a ser un poco mayor para este tipo de cine y aunque sé que me va a disgustar y que mi cerebro palpita a unas frecuencias diferentes, no dejo de ir a ver estas películas. Esta semana se ha estrenado en todo el mundo y en gran parte del universo la película 2012 que nos vuelve a enseñar el fin del mundo, ese que hemos visto tantas veces.

Por culpa de tanto julay negro en la casa blanca se acaba el mundo y MacGyver tiene que solucionarlo todo con dos cerillas y una caja de tampones

La trama es super sofisticada. Un científico descubre que una reacción en el interior de la tierra va a provocar catástrofes masivas y así como quien no quiere la cosa acaba contándoselo todo al presidente de los Estados Unidos de América, el cual convoca una reunión con los dirigentes de los demás países y todos acuerdan un estúpido plan secreto para conseguirlo. Mientras todo se va al carajo los colegas jugarán a salvadores del planeta rodeados de niños estúpidos e ineptos.

Empecemos por lo bueno para acabar pronto. Los efectos especiales están muy bien y aunque hay momentos en los que se notan, no alcanzan un nivel inaceptable. La historia es simplona y más plana que el electroencefalograma de cualquier descerebrado que viva en Vecindario y lo peor es que se las apañaron para estirarla hasta 168 minutos cuando en realidad con 90 minutos iban sobrados. Tenemos mucha escena de cosas que suceden en algún lugar del mundo para que haya dramatismo y se vea que la cosa va en serio y el planeta se está descuajeringando. Los protagonistas están moldeados usando el modelo de tonta del culo, pollaboba con remordimientos, pollaboba sin remordimientos y niño repelente que ojalá se muera pronto. Por supuesto se añaden unos cuántos cachos de carne con ojos para que luzcan palmito y hasta digan alguna frase y los negros tienen puestos de poder y la cagan una vez tras otra y Dios nos castiga a todos con unas desgracias del copón solo porque en la casa blanca duerme un tipo que no padece la bendita enfermedad del Michael Jackson.

Durante las casi tres horas hay ratos aburridos, otros previsibles y alguno incluso interesantes. El final es sencillamente estúpido y absurdo y por momentos alcanza cotas de insulto a los espectadores por culpa de las polladas que ponen.

Supongo que la iréis a ver todos. Comprad un cubo grande de palomitas y por lo menos tres cervezas para aguantar la tortura en condiciones.

05/10


2 respuestas a “2012”

  1. No me defrauda. Todo lo que esperaba de ella.
    «Pollaboba» y, sobre todo «pollada» son palabras que usaba antes. Pensaba que sólo se utilizaban por aquí.

    Saludos.

  2. Yo las uso en Holanda y en Canarias son muy populares. Cuando trabajaba allí, según mi jefe, todo tipo de las subcontratas era por definición pollaboba y se refería a ellos usando siempre pollaboba antes del nombre para indicar claramente su no pertenencia a la empresa. Las polladas eran el resultado del trabajo de los pollabobas.