42 segundos


Mi última película española en la cartelera y la que vi el día antes de volver fue la que fui descartando las dos veces anteriores porque estaba convencido que me iba a mascar al máximo, que lo mío con los deportes es alergia y aversión con urticaria, que todos sabemos que soy el puto amo de ir a correr pero me aburre y lo hago porque es necesario, no por nada más. Terminó resultando que esta fue la película que más me gustó de las tres y contaba una historia que yo definitivamente desconocía porque cuando lo de los juegos olímpicos aquellos, como que me la sudaban enormemente y en mi cabezón no hay una sola memoria de los mismos, no recuerdo haber mirado por la tele ninguna competición o las ceremonias de apertura y cierre, que seguro que las vi pero borré esos recuerdos instantáneamente. La película se titula 42 segundos y está en cartelera ahoritita mismo.

Uns julays las pasan putas y canutas y uno hasta le da al chimpún y a las rayas de coca

Al parecer, en las olimpiadas que se celebraron en ESPAÑA en el año 1992, el equipo de waterpolo (que curioso que el nombre de este deporte no se haya traducido al español y que lo españolizaran pegando las dos palabras que lo forman en inglés) supuestamente va de ser un truño del copón a los putos amos gracias a un entrenador croata totalmente sadomasoquista y que se las hacía pasar putas y canutas a aquella banda de gandules, o algo así. Aquí nos enteramos que el jugador más importante del equipo se pasaba el día lloriqueando y fue porque la hermana se suicidó porque el chamo se pasaba todo el puto día dándole la paliza y el otro jugador, se jartaba a rayas de coca y a juerguear y chingar y sus padres como que pasaban de él y ni le hablaban o algo así. Vemos como se formó el equipo (según la peli), como los entrenaron a muerte y como jugaron en los juegos olímpicos y bueno, si sabes como acabó aquel partido pues ya tienes ventaja sobre mí porque yo no tenía ni puta idea.

Quién me iba a decir a mi que una peli deportiva podía ser un poderoso drama, muy interesante y muy bien hecho, aunque yo diría que si lo es se debe a que hay una química brutal entre Jaime Lorente y Álvaro Cervantes, con sus escenas juntos, hasta cuando se odian a muerte como las mejores de la peli y también gracias a Tarik Filipovic, que hace del entrenador y que no veas la mala leche que tiene el joputa, es que te mira y te echas a llorar de puritito miedo y sabiendo que eso que notas por los bajos es la mielda bajando por las patas pa’bajo. Por lo que me contó un amigo que es un experto en todos los deportes y en ninguno, han cambiado un poquito la historia pero es cierto que uno le daba a la coca, que el entrenador era un capullo y el resultado del partido. La película no se hace pesada para nada, está muy bien dirigida y no tiene tramos aburridos, aunque sí tiene tramos en los que la tensión se dispara. Básicamente, no vemos prácticamente nada de Barcelona en aquellos tiempos pero sí que vemos más de Andorra, sobre todo de la carretera que tenían subir corriendo por una montaña todos los días. Lo único reprochable a la peli es que por el buenismo y todo eso, meten la lengua truscolana por todos lados y sobre todo al final, con los partidos en los juegos, saltamos del español, al inglés y al truscolán y que yo recuerde, toda, toda, toda la retransmisión de los juegos olímpicos en España fue únicamente en español, al menos la que se veía en las islas Canarias. Pese a este pequeño inconveniente, la peli sigue siendo buena.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, está clarísimo que esto no se ha hecho pensando en ti. Sí que puede gustar a los menos ortodoxos entre los sub-intelectuales con GafaPasta.


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