El salto desde Fuvamulah a Guraidhoo


El relato comenzó en Desde Utrecht a Fuvamulah

Después de acabar de bucear el día anterior, el último día era de reflexión y espera ya que no podemos volar en las veinticuatro horas siguientes a la última inmersión por razones de seguridad. Mi avión salía a las cinco de la tarde y me dio tiempo de recorrer la parte de la isla que me faltaba, sacar dinero de uno de los dos cajeros automáticos de la isla y hasta ir a almorzar al restaurante que esta en el lago sur de la isla, que fue fabuloso, con una vista preciosa del lago y como era al mediodía,, no había moscas ni mosquitos, que he leído que por la noche aquello es criminal. Todo seguía mayormente inundado después de la tromba del día anterior, pero te puedes mover saltando charcos. Después de comer me recogí en mi habitación porque nos llevaban al aeropuerto a las tres y media y me dediqué a gandulear, ya que la bolsa la había hecho por la mañana con todo lo mío.

A las tres y media nos llevaron al aeropuerto a un australiano y a mí. Creo que fuimos los últimos en hacer el check-in. El sistema es super-raro, después de facturar, pasan tu maleta por rayos equis y-griega y zeta y miran lo que hay dentro y después te hacen salir a la calle porque no se puede entrar en la terminal hasta que el avión esté aterrizando. La parecer cancelaron el vuelo saliendo de Fuvamulah de las cinco de la mañana por poca gente y aquel iba petado. Alguien me dijo que los maldivianos pueden comprar billetes de avión super-baratos, el gobierno los subvenciona, como los barcos y los extranjeros pagamos una pasada. Cuando aterrizó el avión tenía pinta diferente del que usé para llegar a la isla y resultó ser un Dash-8 300 que creo que es la primera vez que me subo en ese modelo. Deve tener como para cuarenta pasajeros. El desembarque fue rapidísimo y el embarque aún más rápido, el piloto encendió los motores, quitó el freno de mano y aunque parecía que íbamos a salir con retraso, al final recuperó casi todo el tiempo y salimos con cinco minutos de retraso. Me tocó pasillo y las ventanas estaban ralladísimas, con lo que el Áncestral, desde el cielo, no podrá tener vídeos para ver por el 6G celestial. En algo más de una hora llegamos a Malé, aterrizamos y nos hicieron ir a la terminal, que estaba a menos de cien metros, en guagua. Lo de las maletas era un escándalo porque llegaron tres aviones y allí no se sabía cuáles estaban sacando. Cuando encontré la mía, reuní la bolsa que llevaba en la mano con todo lo de valor con el resto, que mi bolsa es muy grande para la cabina de esos aviones.

Después salí y fui a buscar un cajero automático de dólares a la ciudad, yendo en el barco que conecta el aeropuerto con Malé. No encontré ninguno así que saqué algo más de moneda local. Después fui a un restaurante pijo, el Citron by Lemongrass, una compañía que tiene varios. Me pedí un Kotta de atún y me lo comí. Aún me quedaba un rato para el barco rápido a Guraidhoo, así que callejeé para descubrir el lugar del hotel del último día. Después fui al barco, que me habían reservado sitio, se lo dije y pagué. Para los extranjeros son 385 rupias locales, los nativos o no pagan o pagan mucho menos. Aquello se petó, suerte que me reservaron asiento y a las diez de la noche en punto salimos y fuimos a todo meter a Guraidhoo por la noche. Vinimos llegando sobre las diez y media y me estaban esperando los del sitio en donde me voy a quedar. Me acompañaron a su pensión, me lo explicaron todo y me metí en mi habitación. Tenía que levantarme a las siete. Sobre las cuatro de la mañana me desperté con un mega-apretón y eché la madre de todas las diarreas, o sea, una semana comiendo cutre, voy un día a uno bueno y la comida estaba en mal estado. Después me levanté de nuevo a las cinco, a las seis, a las siete, fui a desayunar y antes de irme volví a echar unos chorros ralos y aquí lo dejo para no juntar dos días.

El relato continúa en Buceando en Guraidhoo, primer día. Esto es otro mundo


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.