Buceando en Guraidhoo, primer día. Esto es otro mundo


El relato comenzó en Desde Utrecht a Fuvamulah

Ya expliqué, aunque no creo que nadie lo haya comprendido que aquí lo de la comprensión en la lectura no es muy bueno, que el buceo en Guraidhoo es muy diferente. Al llegar al club, de la gente que yo coocía, hay dos que vuelven en unos días, otro se cambió de isla y empresa, con lo que la gente eran nuevos buceadores. Éramos tres, una pareja rusa que están en un complejo de todo-incluído y yo. No bucean allí porque en esos sitios, como esto no está en el todo-incluido, te meten unas clavadas épicas.

Para la primera inmersión nos iban a llevar a un sitio, pero había mucha corriente, después cambiaron a otro, también con corriente y finalmente eligieron Lhofshi, que yo ya había visitado en mi primer viaje. Nos lanzamos al agua y desde el principio había algo raro. Seguramente de la cutre compresión del avión, tengo problemas en un oído y por un rato no podía bajar por debajo de los diecisiete metros. Después, subiendo se me quitó, aunque todavía me duele. Vimos varios tiburones de arrecife, tiburón de punta de aleta blanca, una tortuga gigantesca que estaba durmiendo, atunes, peces leones y una ingente cantidad de vida.

Al salir, teníamos un par de horas así que me quedé en el club de buceo. En la segunda inmersión, primero paramos en el punto de las mantas pero no había ninguna, fuimos a otro que tampoco tenía y finalmente nos fuimos a Dhanidi Giri. A propósito, aquí estoy buceando con aire enriquecido para cansarme menos. En esta inmerisón vimos corales por un tubo, una ingente cantidad de peces pequeños, medianos y grandes, peces león, que son espectaculares pero a mí me dan miedo porque si los tocas, el veneno es brutal, labios dulces y algún tiburón suelto. Aunque dentro del oído me duele un poco, no se me bloqueó y pude bucear.

Al salir me fui a mi habitación, compré agua, jiñé más diarrea, aunque no parecía del desayuno sino restos de la noche y después fui a comer a un cutre-sitio que era mi favorito la primera vez y no voy a cambiar. Tras comer, tenía frío de la segunda inmersión y me di una vuelta larguísima por la isla y sobre todo por una zona gigantesca que no estaba en el 2019, cuando yo estuve aquí. Me dijeron que todos los ciudadanos de este país, cuando se casan, en versión polla con chocho, únicamente, que el Islam no permite más nada, el gobierno les regala un trozo de terreno para que se hagan una casa y parece ser que en la isla ya no había espacio así que la han ampliado y aquello se llenará de kelis, tiendas y demás. Después de la caminata fui a echar el jiñote ralo y tras eso regresé al club de buceo.

Los rusos se habían ido a su complejo con alcohol y estaba yo solo. Fuimos a un sitio llamado Waggiri, que viene a ser círculo o truscoluña no es nación, según a quién le preguntes. Está hundido a cinco metros y es como una isla pequeña que nunca llegó a la superficie. El Dive Master me explicó como mejorar mi flotabilidad y la verdad que fue una gran diferencia, pero como el día está nublado, aunque el agua está a treinta grados, parece fría porque no nos da el sol. En aquel sitio vimos un montón de nudibranquios espectaculares, bancos de peces chicos, medianos y grandes y un montón de corales. También habían morenas por un tubo, labios dulces, que son preciosos, y vimos un bebé de NEMO minúsculo intentando sobrevivir en este mundo. Habían otros peces pequeñitos que cuando los asustas, son tan rápidos enterrándose que el ojo no los ve, pero no me sé el nombre.

Tras la inmersión, salí a superficie y me dediqué a quemar mi máscara con un mechero porque se me está volviendo a empañar y allí todo el mundo fuma y tiene mecheros. Después me fui a mi habitación a descansar, a las seis fui a cenar y a ratos parece que ya estoy mejor de la barriga y a ratos suelto un chorrillo de agua chirría. Tras la cena regresé a la habitación para recogerme hasta el día siguiente, que espero que se me quite el dolor de oído.

El relato continúa en Segundo día de buceo en Guraidhoo, tiburones de punta de aleta blanca y Napoleones


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