Terminamos el paseo por Bagan a la entrada del Abeyadana Pahto, un templo del siglo XII (equis-palito-palito) que pandó a construir la hembra de un rey que se marchó porque su hermano le quería hacer pupita de la mala. En el interior de este templo había unos frescos muy bonitos y que han sido restaurados. Está cerrado y hay que gritar para que venga el chamo que lo abre y que por supuesto espera algo de dinerillo. En el pasado te enseñaban los frescos con antorchas pero ahora se han modernizado y tienen unas linternas fastuosas con las que el hombre se gana la propina indicando las diferentes cosas que puedes ver en el mismo.
Una respuesta a “Abeyadana Pahto”
Tiene pinta de lo mas consistente, por decir algo… 🙂
Salud