Yo soy de los que a la hora de ver películas de animación me lo pienso mucho porque en la versión original en inglés, si son en TresDé, en los Países Bajos casi siempre solo la ponen en DosDé en la versión doblada al neerlandés y cada vez le tengo más saña a lo de las gafas, que no sirve de nada y lo único que hace es oscurecer las imágenes. Con la de hoy al final decidí ir porque me llamaba mucho la atención el poster y porque el equipo que está detrás de la misma ha hecho películas fantásticas. La película parece que se titula en todos lados Abominable, que es sinónimo de truscoluña no es nación y en España se estrenó la semana pasada.

Unos julays amarillos han de devolver un Yeti a las montañas o algo así y por supuesto, sin chimpún.

Resulta que un chino malo ha capturado un yeti que quiere usar para un no-se-qué y una niña repelente y sus primos la ayudarán para acompañar al dichoso Yeti hasta el Nepal o algo así y parece que alguien pasó más tiempo comiendo cipotes que estudiando geografía y prácticamente toda Asia ahora es única y exclusivamente China o como si dijéramos.

La película empezó muy bien pero pronto se convirtió en un panfleto propagandístico de la Gran China que pretende ocupar todo el sureste y suroeste de Asia. La relación del Yeti con la niña primero y con los otros dos chicos después es muy bonita pero cuando hay otros humanos en pantalla y puesto que son chinos, sus costumbres, su forma de actuar, sus movidas mentales, son totalmente diferentes de las nuestras y esa forma de pensar no siempre cuaja. En muchos momentos, sobre todo cuando los niños son perseguidos, hay demasiado politiqueo que no tenía lugar en una película de dibujos animados. Por lo demás, entretiene y los gráficos hechos por ordenador son soberbios. La película tiene un final feliz o algo así y mucho me temo que habrá segunda parte a poco que de algo de dinero en los cines, que en Holanda no parece que será mucho porque el día que la fui a ver la sala estaba más bien pelada. Hay bastante comedia muy bien ejecutada, las escenas chorras con los niños y el Yeti son divertidas, simples y directas y es en esos momentos en los que la historia funciona perfectamente. Por desgracia también tenemos el mensaje político que lo para todo.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, yo diría que no, que es demasiado retorcida para ti y si eres un sub-intelectual con GafaPasta, yo diría que es demasiado simplona para ti.