Aftersun


De la película que voy a comenetar había oído hablar en los podcast de cine que escucho, sobre todo porque el protagonista tiene la única nominación a los Oscars de esta peli, que es para mejor actor principal. Como con otras pelis que llegan a la filmoteca, no había oído hablar de ella antes de verla y creo que la pondrán en Utrecht en un par de lunes, en sesión única, que ahora en el multicines, para darle un toque cultural, ponen cosillas así una vez a la semana en un día de poco público y atraen a esos otros espectadores que jamás verás en pelis de hombres vestidos con lycreas y salvando planetas con muchos efectos especiales. La película se titula Aftersun y al parecer se estrenó en España antes de las navidades con el mismo título, aunque yo estoy convencido que al menos en Gran Canaria no estaba en la cartelera.

Un julay se va de vacaciones con su hija. Sin chimpún.

Tenemos que un panoli irlandés, o quizás inglés, va de vacaciones a Turquía en guagua con su hija, hace veinte años o así, o sea, antes de la época de los telefoninos con pantallas super-hiper-mega tocables. Según avanza la peli nos damos cuenta que en realidad estamos viendo los recuerdos de la hija a las vacaciones que tuvo con su padre dos décadas atrás, solo que ya no se acuerda de todo y lo que se le ha olvidado, como que se lo inventa, pero siempre como con la sensación que el padre la quería un montón y hacía un gran esfuerzo por estar con ella. O algo así.

Desde el punto de vista de historia, la película es simplona con ganas, ya que viene a ser como el vídeo de unos que se fueron de vacaciones una semana o así y vamos viendo como pasaban los días, muchas veces solo yendo a la piscina y haciendo poco más. Es una niña con su padre, que parece haberse separado de la madre y que comienza a salir de la etapa en la que idealizaba al padre y empieza a verlo como un ser humano con fallos. El padre siempre intenta hacer lo mejor por ella y Paul Mescal hace una exhibición brutal de poderío como actor y tengo claro que puede llegar a ser uno de los grandes en las próximas décadas y esto confirma lo que se vio en la maravillosa serie Normal People que yo recomiendo y nadie me hace caso, como casi siempre. Cuesta un poco darse cuenta que lo estamos viendo todo desde el punto de vista de la niña y no del padre y que hay partes que igual son inventadas, pero una vez te das cuenta, es fantástica y una hermosa historia. El tramo final, cuando captas realmente todo lo que está en juego, es fabuloso y por ahí casi seguro que echas alguna lagrimilla.

Esto se lo pones a un miembro del Clan de los Orcos y huye sin mirar atrás. Seguramente encantará a más de un sub-intelectual con GafaPasta.