Esta es una peli que yo esperaba con ganas porque el trailer es fastuoso y además, la ponían como preestreno para abonados al cine ilimitado y nos daban papeo y bebida y hasta con sorteo de premio que no gané. El tema que tratan es totalmente desconocido para mí pero claro, playeras para jugar al baloncesto como que me la sudan totalmente y lo de pagar un pastizal por tener una marca patrocinada por alguien es un concepto que jamás podré entender. La película la produce la empresa esa con nombre de río de Sudamérica y la han estrenado en los cines con el título de Air y es probable que pronto aparezca en su plataforma digital y tal y tal, aunque no sé si en España le cambiarán el título por el más rimbombante de truscoluña no es nación.

Un julay se empeña en contratar a un panoli larguirucho para vender zapatos de chichones, sin chimpún.

Al parecer los de cierta empresa con nombre de diosa griega vendían billones en playeras para correr pero eran unos parias en lo del baloncesto y el gurú que tienen laburando para ellos se empeña en que lo apuesten todo por un negro nuevo que va a entrar en la NBA y que seguro que mola mazo y les hace ganar una pasta gansa. El problema es que el mentado quiere firmar con Adidas porque le molan sus zapatos y tendrán que currarse a la madre que lo parió para convencerlo que ellos son el futuro.

Esto es una película de casi dos horas que cuenta una historia que seguramente tiene algo de realidad y que está contada fabulosamente. Seguimos las peripecias de Matt Damon para conseguir cambiar el futuro de los zapatos de baloncesto y está fabuloso en el papel, un pelín encochinado, pero bueno, no se quitó la camisa y no nos asustó. Junto con él tenemos a un Jason Bateman fabuloso y hasta Ben Affleck está genial y entre los secundarios Viola Davis gana a todos los demás como la madre del jugador de baloncesto y la que en realidad lo apañó todo, que el hijo no se ponía ni al teléfono. La película, pese a ser mayormente en las oficinas de la empresa, es muy dinámica y mantiene nuestra atención en todo momento. Ben Affleck, que además la dirige, hace un trabajo fantástico, consiguiendo que nos interesemos en algo tan aburrido como unos zapatos de baloncesto, que yo no muevo el ratón de mi ordenador o toco la pantalla de mi Aipá para mirar esas cosas.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, con tus reconocidas carencias intelectuales, no podrás hacer frente a dos horas con muchos diálogos y sin efectos especiales. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta y aún con todos los dientes, te molará. Como seguro que pronto la ponen en cierta plataforma digital y tal y tal, una que hay que ver.