Como son las navidades, la mayor parte de las pelis españolas que se estrenan son comedias y como son españolas, ya se encargan de poner siempre a la vista al extranjero y en la historia añadir la bollera, el marikón, el musulman, el chino, el africano y demás, que parece ser que estos son obligatorios ahora en las pelis, al menos en las españolas. Por supuestísimo jamás vi el trailer de esta película ni escuché hablar de ella hasta que fui al Cine a verla, con pocas esperanzas, aunque me sorprendió que habían por lo menos diez personas en la sala, que eso por aquí y para cine español es un llenado. La película se titula Al otro barrio y está en los cines ahoritita mismo.
Un julay pringao mueve la empresa al extrarradio para evitar acabar enchironao.
Resulta que una agencia publicitaria o algo así recibe una inspección de hacienda y como supuestamente han estado años recibiendo ayudas por haberse instalado en la periferia, en un barrio marginal, el dueño se entera que tendrá que pagar una multa y de no mudarse a la periferia, irá a chirona. Mueve la compañía a una barriada de supuestos criminales y claro, allí conoce al moro, al sudaca, al quinqui y a los niños delincuentes y se hace amiguísimo de todos ellos y salva la empresa y comete crímenes como hacen ellos. O algo así.
Esto huele a telelefilm total, con un guion escrito por una inteligencia artificial poco lista, con unas bromas que mayormente no funcionan y unas tramas secundarias absurdas y que distraen de la principal. Resulta que la socia del chamo era de ese barrio, que era gitana, que sus padres viven allí y que se fue para tener mejor vida y le retiraron la palabra los suyos. El panoli dice gilipolleces sin freno, los de hacienda parecen candidatos a recibir subvención por subnormales, los moros del barrio no se sabe a ciencia cierta si están drogados todo el tiempo o las insolación es en las pateras les provocaron daños permanentes y el delincuente mayor de la zona es un tonto del bote. Cogen todos los clichés que pueden y los cosen unos a otros y con eso pretenden crear una cosa divertida y por supuesto, cuando ponen una canción, nos la traigamos enterita con mucho montaje de imágenes en plan anuncio de pelanduscas ofreciendo colonia a precios abusivos. Vista la lista de instituciones públicas que tiraron dinero al inicio, se ve claramente que en España, no se busca la calidad en el cine, se busca trincar la pasta y salir por patas.
Definitivamente no está hecha pensando en atraer a los miembros del Clan de los Orcos y provocará una fuerte reacción alérgica a los sub-intelectuales con GafaPasta. No creo que valga ni para cuando la den gratis total por la tele.
Una respuesta a “Al otro barrio”
Pasando rápidamente…
Salud