Alma salvaje – Wild


Ya comenté en un momento pasado no muy lejano pero que seguro que se ha olvidado que a la hora de elegir mi candidata para el Oscar a la mejor pava, estaba muy limitado porque no se habían estrenado las películas con las hembras, por aquello de que el cine no es machista para nada y esas pelis que llegan a la filmoteca lo hacen de siglo en siglo y no importa mucho que tarden uno o varios años. Una de ellas apareció en las salas holandesas esta semana y sin prisa pero sin dejarme ir, fui a ver Wild, película que en España llegó a los cines a finales de enero con el título de Alma salvaje y es probable que ya haya desaparecido de los mismos.

Una julay que está bien jodida y mal pagada, se pasa el puto día caminando para dejar atrás sus problemas

Una chama que en un corto periodo de tiempo ha visto como su madre muere de un cáncer instantáneo y se divorcia después de entrar en una espiral de drogas y sexo sin freno, decide caminar más de mil seiscientos kilómetros por la Pacific Crest Trail para dejar todos los malos rollos atrás y arrancar en un párrafo nuevo su vida. En ese camino, que hace a paso de tortuga, las pasará putas, las pasará bien, conocerá a buena y mala gente y acabará por firmar la paz con sus demonios.

Esta es una película que lo tenía todo para encandilarme. Estas historias de chamos (o chamas) solitarios que a fuerza de voluntad consiguen cosas increíbles siempre me resultan fascinantes. Además está basada en las memorias de una pava que al parecer lo vivió todo. Sin embargo, el formato elegido por el director para la historia, con súbitos y frecuentes flashbacks hacia eventos del pasado me distraen y me despegan de aquello que es interesante, que es el presente. Todo ese bagaje que nos quieren empetar para que comprendamos mejor las razones que la llevan a hacer lo que hace me la trae al fresco. El paisaje es increíble, la interacción de la mujer con la naturaleza es fascinante pero siempre volvemos a esos instantes en los que nos raptan y nos llevan a un pasado que no interesa. Reese Witherspoon hace un trabajo buenísimo en el presente y uno patético en el pasado, en donde no da el pego ni de coña, sobre todo cuando pretenden ponerla en el instituto en una escena que recuerda a Peggy Sue se casó y aquella Kathleen Turner centenaria vestida de uniforme de instituto y que el único lugar en el que podía aparentar dieciocho años, era en el tiempo que había pasado desde que le salieron los pelos del potorro. Tenemos una serie de personajes que aparecen y desaparecen y con los que no hay conexión alguna. Al centrarse completamente en ella y en sus movidas, se olvidan que se podía mejorar la historia aportando caracteres curiosos y salvo por uno de ellos, el resto pasa sin pena ni gloria.

No es todo malo, la peli entretiene pero se nota que por culpa del guión la asfixiaron y le impiden que sea un clásico.

No es cine para los miembros del Clan de los Orcos. Puede que funcione con alguno de los sub-intelectuales de GafaPasta, aunque tampoco me sorprendería si estos la repudian. Está bien para verla cuando la den por la tele.


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