Bajo terapia


Como siempre cuando voy a España, me centro en el cine local, ese que todo el mundo evita como la peste podemita y truscolana y acabo en salas en las que yo soy el único espectador porque nadie se atreve a ir a ver las pelis nacionales, que parecen ser rentables no en base a lo que recaudan, sino a lo que consiguen en subvenciones y supongo que con las telelevisiones y plataformones digitales, porque no hay otra explicación para que hagan tantas y vaya tan poca gente. En esta ocasión, mi primera película estaba catalogada como comedia y drama y se titula Bajo terapia.

Unos julays se mascan que no veas paliqueando de todas sus movidas, sin chimpún.

Supuestamente, tres parejas van a una sesión con su psicólogo argentino o algo así, solo que se encuentran que es una sesión de grupo sin el mentado, así que tienen unos sobres con números, los tienen que ir abriendo y hablando de lo que dice allí y bueno, poco a poco empieza a salir la mielda a flote y queda claro por qué apestaba tanto por allí.

Esto más que comedia es drama. Tenemos a tres parejas, una con un tipo que parece un marimandón y la mujer que es apocada, otra que es un pavo que está siempre de cachondeo y que tiene una novia con una mala baba tremenda y después una tercera de dos que están casados, pero que parece que están dispuestos para la tercera guerra universal. Según van abriendo sobres, vamos averiguando cosas de ellos y también se va viendo que la apocada es alcohólica conocida, que ella lo que es beber, se lo toma muy en serio. Esto probablemente o es una obra de teatro o fue pensado para teatro, porque jamás salimos del escenario, estamos siempre en la misma sala y es todo el tiempo de palique, que si hablan, que si se gritan, que si pelean, que si hablan más, que si se tiran los trastos, pero siempre entre los seis actores y no termina de funcionar, es un espectáculo bastante aburrido porque no parece haber conexión alguna entre las parejas, o al menos si la hubo, no se notó en pantalla. Supongo que a la gente que le gusta el teatro, esto les fascinará y además viéndolo en un cine, pero es que a mí me gusta el cine, no el teatro y esto no acabó de sintonizar conmigo. El final me pareció patético, muy mal acabado y que aunque cierra la historia, la cierra muy mal.

Si eres miembro del Clan de los Orcos y te meten a ver esto, te doy treinta segundos antes de que huyas del cine. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, ni jarto de güiski de garrafón superas el trauma. Un aburrimiento.


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