Bicicleta floripendiada


Lo he dicho, lo he repetido, tripitido, cuatripitido y seguramente lo he comentado hasta cienes y cienes de veces más. Si vives en la ciudad de Amsterdam o en cualquier ciudad grande holandesa, siempre hay un riesgo de que te afanen la bicicleta, que los truscolanes y los podemitas son esa gentuza que se meten en el portabultos de un coche y se suben al norte a robar y prevaricar y por eso, si quieres proteger tu preciosa bici, uno de los métodos más eficaces es travestirla, convertirla en una marimacha para que nadie la quiera robar porque habría que eliminar todos los añadidos y pintarla ya que sería fácilmente reconocible. Esto es lo que ha hecho el dueño de la bici que vemos en la foto de hoy y que me tropecé en el Oudegracht, en Utrecht. La bici originalmente tenía u precioso color rojo y el dueño la petó de pegatinas de flores, parecen margaritas y están por todas partes, como un cáncer que se ha expandido a todo el cuerpo de la bici y hasta las ruedas y luz delantera. Por si esto no fuera poco y para incrementar el nivel de horterismo hasta un punto dantesco, le puso un trozo de césped falso en la bandeja de carga delantera y le añadió un floripondio en esa zona que no se puede ni describir. La bicicleta en sí es el modelo tradicional y más popular en los Países Bajos, sin velocidades, sin frenos (el freno es a contrapedal) y en el caso de esta, tiene una burra que la mantiene verticalmente y que se recoge hacia atrás y que de cuando en cuando, se suelta y se arrastra por el suelo hasta que el ciclista se para y la coloca como debería. Ese tipo de burra no me mola pero que nada y puedo confirmar y hasta confirmo que jamás he tenido una bici con ese sistema y que lo seguiré evitando hasta mi bicicleta final.


5 respuestas a “Bicicleta floripendiada”

  1. Es que los amigos de lo ajeno son la ostia. Esta tarde me contaba un cliente, alemán, al que le vendimia casa en Agaete, en el valle. Para llegar a su casa hay una escalera de unos 60 escalones súper empinada de una sola tirada, sin descansillos. Además por ahí no pasa así nadie. Pues el tío se había comprado una barbacoa hiper chula y mega gigante que además había atornillado a la,pared de su jardín.

    Pues nada se fue a su país y cuando volvió no estaba. El ni se lo cree. Más que nada por el esfuerzo de subir con ese trasto los 60 escalones.

    A mi me alucina el servicio de inteligencia de los colegas, para enterarse que allí había una barbacoa, y luego venir con una furgoneta y varios tíos para poder subirla.

    Una operación de embergadura.

  2. Cuando tienes la razón hay que dártela, ese trozo de césped es lo peor… si al menos llevase a tu regadera verde de paseo… es lo que le falta al «conjunto».

  3. ¡Le ha quedado genial!
    Pero como dice la Virtu, la regadera hubiera sido el toque picasiano definitivo!!!
    Me llama la atención tu sagacidad…
    ¿Cómo sabes que es dueño y no dueña? Las feminazis te van a crujir… 🙂
    Los chorizosraterosdemierda, generalmente, funcionan organizados, y entre todas las especialidades, en el grupo, hay una, la de espía, que se pasan horas y horas observando las casas, patrullando, sobre todo las zonas de segunda vivienda, entre otras cosas, para asegurarse de que no hay nadie, después de una larga observación, antes de entrar, tiran piedras , latas y demás contra la casa, y esperan a ver si hay una reacción para entrar o no…
    Lo de las alarmas, cuando son selectivos, incluso, robando sobre pedido, se la sudan, roban con ella sonando y en un par de minutos ya se han ido…
    Salud