Blacklight


Yo soy super-fans de Liam Neeson y sobre todo de su cine de madurez, que desde que se le mató la hembra ha tenido una racha de pelis de matar gente pero sin razón alguna fabulosa y sus pelis son siempre espectáculos absurdos y fascinantes en los que puedes dejar aflorar el Orco que todos llevamos bien dentro y en mi caso, casi en la superficie, que yo me crié en la Isleta, que está a cuarenta kilómetros de Vecindario, capital de Mordor, la cuna de los Orcos. La última de sus películas se titula Blacklight y al parecer no está previsto el estreno en España, así que imagino que irá directa a la telelevisión con el título de truscoluña no es nación.

Un julay descubre que su jefe es un capullo y se emputa que no veas, obviamente sin chimpún.

Resulta que el chamo es una especie de agente secreto pero secretísimo que hace cosillas para el director del FBI y cuando se mosquea y le dice que se están pasando de rosca, el otro se emputa y le manda un ejército de rufianes jóvenes y musculosos que el Liam mata con ilusión y sin alegría pese a poder ser el abuelo de todos ellos y al final, trinca al director del FBI y le da candela de la peor.

Esto en teoría sonaba a mega-pasote, una peli de esas para aullar en el cine con el resto de la manada y reírte a carcajadas y descojonarte. De hecho, la fui a ver en el preestreno exclusivo para los que estamos abonados al cine y nos daban papeo y bebida gratis, con lo que todos estábamos allí de super-hiper-mega buen rollo. Pues va a ser que no. De entrada, siempre es una mala idea encargar el guion a un retardado profundísimo casi truscolán y no decir nada cuando lo entrega escrito en papel higiénico hasta con marcas marrones o quizás canelas, pero siempre con mal olor. Después siguieron adelante y la historia no tiene ningún sentido y tras media hora te das cuenta que en el mejor de los casos, esto valía para un mal episodio de serie policiaca de cuarenta minutos con veinte engordando el metraje, pero aquí nos jincaron cien, con lo que nos sobraron ochenta. En el poster, debajo del título, dicen que ellos van a necesitar más HOMBRES, pero lo cierto es que la cantidad de tíos muertos es mínima, casi que hay más muertos en un par de horas en el metro de la ciudad más grande de truscoluña y de los que mueren, es que aquello es peripatético. Vamos avanzando a trompicones hacia un final de una historia que no tiene sentido alguno y que cada vez que crees que ha tocado fondo, se te revira y desciende cinco metros más y cuando ya tenemos al director del FBI a tiro, montan un pitote en la keli del capullo ese que resultó vergonzoso, con Liam Neeson matando cachos de carne con ojos simplemente porque carecían de cerebro para pensar y él sobreviviendo intacto, solo para un rato después ponerse de conductor del coche del director del FBI, que al parecer nadie notó que él les quitó el coche, secuestrando al chamo y después, en la escena más patética del universo, acabando con todo o algo así, que ni siquiera se vio el final, pasamos directamente al epílogo sin el momento más crítico y fundamental de la historia. Esto es un telefilm y de los malos.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos y ya estás gritando al resto del Clan para ir todos al cine a verla, ni se te ocurra porque os mascaréis como chicle de supermercado barato. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, es que no puedo imaginar un escenario en el que tú acabes en una sala viendo esta película. Para olvidar. Que conste que los puntos se los doy por le respeto y admiración que tengo del protagonista, que si no tendría el mínimo.


4 respuestas a “Blacklight”

  1. La última que vi de el hace un par de dias fue «Ice road» en la plataforma esa del rio sudaca, parece mentira como se mueve el tío a sus 70 tacos, es mi inspiración!!! 🙂
    Lo que pasa es que ya está afiliado a «La sociedad del cheque alimenticio», que remedio le queda…
    Salud

  2. El punto Genín, me encanta la expresión. Es una pena lo del guión, podrían haberse dedicado a disparar a gente sin mirar a quien y sería de oscar.

  3. Si, pero al ver el tráiler me interesó lo de las carreteras de hielo en los lagos, resultó entretenida…
    Salud