Boda lesbiana


Boda lesbiana

Mi legendaria capacidad para estar en los lugares adecuados en los momentos más oportunos siempre me ha permitido el contaros historias, relatar eventos, juzgar subjetivamente y toda esa mierda que básicamente es una bitácora tan desquiciada como esta. Hasta el tonto del pueblo se daría cuenta de que en la foto hay algo raro. Es una boda sin varón. Hembra contra hembra, monte contra monte, cuatro tetas, dos clítoris y ni un solo huevo que escalfar.

La escena sucedió el día que visité el Keukenhof, el pasado trece de Mayo, viernes y trece. Ya es mala hostia casarse en un viernes trece y encima sin el novio. Los holandeses con los que fui al Keukenhof me vieron salir corriendo sin decir ni pío y me siguieron. Sacamos las cámaras e hicimos algunas fotos mientras las tortilleras posaban para la posteridad en ese gran día. Estas cosas no suceden todos los días. Mira que he estado veces en ese parque y es la primera vez que veo una boda y encima es una boda de lesbos. La pregunta retórica que me hago es ¿cual de ellas ejerce el rol masculino en esta relación? Yo apuesto por la rubia, la del traje color corrida de verano. Tengo otra foto en la que se puede ver como le está cogiendo el culo por detrás a la del traje color soy-puta-y-mi-coño-lo-disfruta, culillo bastante voluminoso y caído y que dudo bastante supere los rigurosos criterios de certificación C1P0Te 9OOl. Si miráis la foto en flickr, haciendo clic sobre ella, veréis las notas que he puesto. Para los gandules, fijaros en que hay dos ramos de flores. Así que a la hora del lanzamiento del susodicho, hay dos oportunidades de éxito. Otro detalle estremecedor es que sólo las acompañaban hembras, bastante pasaditas y muy pocas en edad de ovular, pero hembras al fin y al cabo. Ya lo dice el refrán: Dios las cría y ellas se juntas.

Desde allí mismo llamé al turco que se puso caliente como los fogones del infierno en un instante. El otomano tiene un desorden obsesivo compulsivo con las bolleras. Cuando las ve por la calle las sigue y las persigue y normalmente se empalma sólo con pensar en ellas, así que mi llamada le jodió la jornada laboral y puedo prometer y prometo que esta foto que ya ha caído en sus manos ha servido para aliviar sus perentorias necesidades sexuales en más de una ocasión.

Creo que debéis agradecer el que haya foto, porque así os ahorráis una descripción de mil palabras sobre las ropas que llevaban, que hay que ver el mal gusto que tiene la gente cuando se casa. Y pese a lo que pueda parecer, estoy totalmente a favor de las bodas, incluso entre heterosexuales. Al fin y al cabo, no es más que un contrato para vincular dos entidades independientes y ambas lo firman siguiendo su libre albedrío.

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3 respuestas a “Boda lesbiana”

  1. cualquier cosa excepto que sigas poniendo articulos de tulipanes!
    la rubia tiene buena pinta, yo la invitaba a cenar
    si es doctora y gana dinero sin tino mejor que mejor

  2. noooooooooooooooooooooooo por dios!!!
    despelleja a tu vecina o los de enfrente o porque no hablas de las procesiones de frikis en Triana