Ayer vimos en Buceando de nuevo en Sangalaki la primera inmersión y hoy tenemos las dos siguientes y algunas cosillas más que grabé con mi cámara de buceo. Este documento estremecedor y espeluznante va acompañado de la canción La Tormenta De Arena de Dorian y ciertamente se puede ver arena por un tubo en el vídeo porque el fondo marino de Sangalaki es así. Creo que habrá un vídeo más de la semana en Sangalaki porque en algunos de los viajes en barco nos cruzamos con delfines, tengo esos vídeos que hice con el teléfono y por no mezclar las cosas no los he puesto por aquí. En el que vemos hoy comenzamos con el sagrado momento de la inmersión, ese en el que soltamos el aire de nuestro BCD y comenzamos a descender hacia el fondo marino del agua del mar y vamos igualando la presión en nuestros oídos, algo que hay gente con problemas y que a veces se quedan a medio camino o en la superficie y no bajan y en el mío, yo caigo al fondo como si fuera uno de los dos comentaristas obesos del mejor blog sin premios en castellano. Nos sumergimos por un lugar con corriente para que nos llevara y se puede ver a la encantadora Emilie y a los canadienses mientras la corriente nos lleva. Alrededor del primer minuto tenemos nuestro primer encuentro con una manta, en un lugar complicado ya que por la corriente y la arena tuvimos que buscar alguna roca o algo en el fondo a lo que agarrarnos. En un momento determinado se puede ver a uno de los canadienses agarrado a algo del fondo, la manta volando por detrás y mi posición, que tuve que cambiarme de sitio varias veces para que no me bloqueara la visión aquel chamo. Sobre el segundo minuto la manta como que alcanza un equilibrio y se queda nadando sin moverse en una escena que no me extrañaría nada que arrancara lágrimas de manta a más de uno. Sobre los dos minutos y medio la escena es fabulosa con la arena, las formaciones de corales llenas de pececillos y la manta dale que te pego sin avanzar por la corriente. Seguimos minuto tras minuto con la manta (o mantas) pasando una y otra vez. Diez segundos antes del quinto minuto, todos estamos flipando y todos saludan y celebran el evento mientras los grabo, incluyendo al Scelto, the Chosen One, el Elegido, de Uitverkorene, que sale en varias ocasiones en este vídeo. Acabamos con un vídeo en el barco mientras regresábamos, con los canadienses agupados, un pavo que está solo en la proa y que no era uno de los nuestros y los malayos dormitando por todos lados, que esos son de ascendencia china y se te quedan dormidos según se empieza a mover el barco. En la zona de la proa están los Dive Masters y uno de ellos hace una gracieta con uno de los malayos. En resumen, otro fantástico vídeo original y tal y tal.