Rarísimo, por no decir prácticamente imposible encontrar una película neerlandesa que supuestamente es una comedia, no una comedia romántica, sino que pretenden ser comedia, pero justo esto fue lo que me tropecé en el cine. Como yo intento verlo todo y me cuadraban los horarios ya que la ponían en el centro de la ciudad después del laburo, fui a ver Casa Coco, película que obviamente no se estrenará en ningún otro país del planeta pero que de hacerlo, el título en español debería ser truscoluña no es nación.

Una julay se reencuentra con el macho que la empalaba de joven y se le ponen los pezones como huevos duros

Resulta que a un panoli inaguantable y retirado lo abandona su hembra y el pavo se deprime. Sus amigos, para tratar de levantarle el ánimo, se lo llevan a una pensión en Bonaire de una pava de Rotterdam a la que conocen y que resulta ser la novia del pavo antes de casarse y que lo dejó. Está claro que estos vuelven juntos y hay un montón de gente más en aquel lugar que no se sabe muy bien lo que hacen pero que supongo que están allí para conseguir los noventa minutos de peli, que casi lo lograron, que se quedaron en ochenta y ocho.

Supongo que cambiaron de comedia romántica a comedia porque los protagonistas están ya en los sesenta o más e igual pensaban que al público le podía dar grima pensar que esos dos chingan. Lo que no entiendo es por qué, en lugar de trabajarse la historia de ellos mejor, metieron una multitud de secundarios, que aparecen en el poster y que en muchos casos no aportan absolutamente nada ni a la historia principal ni a la película. Al parecer es una comedia de Rotterdam porque venían de allí o algo así y supuestamente hay humor de esa ciudad, que tiene que ser como un tanatorio si eso es lo más divertido que se puede sacar de la misma. Se sabe que los dos viejos acabarán juntos y realmente, no hay ninguna sorpresa durante la historia, salvo la decepción porque la parte cómica no llegó a aparecer.

Esto puede provocar un infarto cerebral instantáneo tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta. Mediocre.