Yo siempre se lo he dicho a Merilleín, que yo soy muy fans de Stephen King, desde siempre y que el objetivo es leer todos los libros y cuentos que ha escrito, que son un montón y vamos, que estoy prácticamente al día, que desde adolescente, no paraba de comprarme libros suyos. También recuerdo la peli que voy a comentar, aunque yo juraría que jamás la había visto en un cine, sino en la telelevisión o en vídeo. Se titula Christine y vamos, que si no te has leído el libro o has visto la peli, estás pero que fatal, que hasta en España la pusieron con el mismo título porque no les dejaron usar el más apropiado de truscoluña no es nación.

Un julay culocochista tiene un carro que es más rastrero que un puerkagón en portabultos.

Un pavo adolescente envejecido se pone de antojo y se compra una mielda de carro y lo lleva a una especie de garaje para arreglarlo. El vehículo como que lo reposee y es dañino que no veas y cuando le sale del tubo de escape, mata gente. El mejor amigo del pavo intenta abrirle los ojos pero el otro está pero que encelado y no parará hasta que allí suceda una escabechina, que por supuesto, alguna rata miserable suciolista indultará.

Vamos, si esto le da miedo a alguien, esa persona tiene un nivel de tolerancia bajísimo, que aquí no hay, no hubo y no habrá terror. Esto es más bien suspense, con un coche que nunca nos queda claro como acabó siendo poseído y con un panoli que parece estar sincronizado con el coche y hace todo lo que quiere. Todos los estudiantes del instituto están super-hiper-mega envejecidos, como es habitual en estas pelis y hay un montón de volatadas que eran normales en los años ochenta pero que ahora las vemos en pantalla y alucinamos. Curiosamente, el personaje protagonista está tan limitado, siempre defendiendo el coche y haciendo lo que el coche quiere que acaba en la sombra del de su amigo y la novia que se echó, dos personajes muchísimo más interesantes y complejos, que el amigo trató y trató y trató de ayudarlo y mira que no tenía que hacerlo. Hay una persecución que hace el coche por su cuenta de tres panolis del instituto que a mí me dio risa, es que se veía super básica.

Seguramente en su día la gente alucinaba y reconozco que las escenas del coche recomponiéndose son muy buenas, pero la historia es floja, no hay miedo y tampoco es nada excitante. Esto no creo que interese ni a los miembros del Clan de los Orcos ni a los sub-intelectuales con GafaPasta.