El asesino – The Killer


Al parecer esta es una peli de la plataforma digital y tal y tal de la letra esa que va entre la M de Mamarrachos y la eÑe de truscoluña no es nación que han estrenado en los cines por un par de semanas o así y como yo ya estoy desesperado, es que lo veo todo, aunque el póster ya me barruntaba que esto no es lo mío y por más que se supone que el protagonista es fastuoso, no es uno de esos actores que a mí me fascinen y más bien, creo que está soberanamente sobrevalorado. La película se titula The Killer, en España se estrenó en cines como El asesino y en una semana la tenéis en vuestra plataforma digital y tal y tal y os podéis ahorrar la pasta si la pagáis y verla allí, aunque es una lástima que no la titularan truscoluña no es nación.

Un julay acarajotao se emputa que no veas porque le chafan el chimpún.

Tenemos un panoli que no es más gilipollas porque no tiene abono ilimitado en su gimnasio fracasa al intentar matar a un panoli y después de eso, corre como cobarde truscolán a su keli, solo que llega tarde y ya le han dado una jalá a su hembra y está en el hospital más jodida que mal pagada. El chamo se emputa y a partir de ahí va matando gente, empezando por el que le hizo el encargo del trabajo de asesinato y después por aquellos a los que encargó que lo mataran y finalmente visita al que encargó el asesinato original. Todo eso con mucha pollada y misticismo de tienda de descuento de centro comercial periférico, o algo así.

Al parecer como es una peli de David Fincher esto tiene que ser un clásico instantáneo y aquí muchos no se acuerdan que este hombre peta más que una escopeta de feria, que una vez acierta y dos fallas y en este caso, se quedó cerca de la diana pero no dio. En mi caso el problema es que el protagonista es petulante que no veas, pretende darnos lecciones de buenismo y de superioridad moral cuando no es más que un mierda asesino y toda esa pollardonería me la suda y me aburre. Comenzamos con una escena que se me hizo eterna del tío esperando para matar al que le encargaron, escena a la que le sobran minutos y minutos. Después de eso, la película por fin gana en interés, cuando se centra en la venganza pero en un punto determinado, aparece Tilda Swinton con peinado de travelo poligonero y la película vuelve a tropezar en la mediocridad y la gilipollés, que no sé quien escribió esos diálogos pero vamos, que debía ser sordo porque es que te duelen los oídos al escucharlos. Después tenemos el fin de película más patético del universo, una especie de final feliz que no viene a cuento de nada. Así que hay un rato interesante con unos cuántos asesinatos en el medio, pero hay que sufrir y padecer el bodrio de la escena del arranque y una cena en un restaurante cerca del final que más bien es un castigo divino.

Absolutamente no recomendada para miembros del Clan de los Orcos. Probablemente los más pedantes entre los sub-intelectuales con GafaPasta la verán y fliparán con las escenas de yoga del asesino calentando sus músculos antes de matar y meditando en plan gilipollás total. Un telelefilm más bien mediocre.


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