Con muchas cosillas atadas


En la misma luna en la que estamos ahorita mismo, comentaba que estaba Dándole forma al otoño y no llegamos ni a las cuarenta y ocho horas más tarde y ya me he complicado la vida hasta fin de año de manera considerable. El mes de septiembre lo reservo para tocarme los mondongos y ver si consigo que me lleguen a las rodillas, que es una de las cosas que desde siempre he querido y en octubre empiezo una maratón infernal que me llevará rebotando de un lado de Europa a otro. Antes de viajar, mi amigo el Turco pasará por los Países Bajos y se quedará en mi casa algún día extra.

La gira arranca visitando la ciudad de Ginebra, en Suiza, a la que voy gracias a los precios de pura risa de Easyjet. Ese mismo mes tengo el Bokbierfestival en Amsterdam, evento alcohólico que no me pierdo y al que acudo con el famosisimo artista y reconocido fotógrafo de pajarracos que es el Moreno. Ese mismo mes se me llena la casa de oKupas con mi madre y dos amigos de ella. Con ellos haré turismo local y entraremos en noviembre yendo a Londres, ciudad que no sé por qué no voy con más frecuencia ya que es la mejor comunicada desde Holanda. La compañía elegida vuelve a ser Easyjet. En el mismo mes de noviembre saltaré a Roma, la enésima de las visitas a la capital de Europa, ciudad que siempre, siempre, siempre tiene algo que no has visto y que no te puedes ni imaginar el cómo has podido vivir hasta ese momento sin conocerlo. El mes de diciembre es de saltos continuos. Comienzo el mes de diciembre devolviéndole la visita al Turco y regresando a Estambul, ciudad que es casi como un segundo o tercer hogar. Iré con Pegasus Airlines, compañia nueva en mi repertorio y que tiene vuelos desde Amsterdam. Un par de semanas más tarde iré a Bruselas, ciudad que detesto intensamente pero a la que acudo porque hay una reunión fastuosa y fabulosa de una selección exquisita de los mejores fotógrafos de naturaleza del universo conocido y mi amigo el Moreno es el único holandés invitado a exponer y asombrar a la audiencia. Yo y su esposa formamos el equipo de apoyo. En ese mismo mes iré a Edimburgo, ciudad que todos los holandeses visitan una o varias veces y que yo siempre ninguneo. Si me gusta, volveré en primavera o verano, cuando haya menos frío. Ese será mi tercer y último salto con Easyjet, que parece la compañía favorita de este otoño. Unos días más tarde, lIberia me transportará hasta Gran Canaria para pasar allí las navidades y recuperarme de tanto meneo. Voy a acabar el 2015 como el año en el que viajé más que nunca, con cuarenta y tres ocasiones en las que físicamente haré un Teresa de Jesús y me elevaré de los suelos, aunque al contrario que ella, mis desplazamientos en el aire serán producto de la ingeniería y no de los ardores vaginales que tenía esa chama y que le producían el conocido efecto cohete.

Después de leer lo anterior, alguno hasta entiende que esta semana la he pasado enganchado a las páginas web de las aerolíneas que trabajan desde Holanda y he preparado exhaustivos informes con la disponibilidad y precio por fin de semana de muchos destinos. Además de eso, he ido al cine a ver cinco películas (técnicamente, estoy viendo la quinta en el momento en el que esto aparece publicado).


2 respuestas a “Con muchas cosillas atadas”

  1. Si planeas una visita a Edimburgo en agosto, hay una cosa que no te puedes perder, el Military Tatto. Ya se que por el nombre no para ese muy atractivo, pero es una pasada, solo se hace durante el festival de agosto y son bandas militares escocesas tocando música militar, sobre todo con gaitas, además siempre invitan a un par de grupos de otros sitios. Cuando yo fui una unidad militar sueca y un grupo de baile de las islas Tonga o de por allí.

    Para mi es algo que se debe hacer sin dudarlo.

    Las entradas se deben comprar con anticipación por internet, ya que suelen llenar. Avisan que no devuelven el dinero aunque no se pueda hacer la función, pero también dicen que hasta el momento no lo han suspendido nunca. Eso que es al aire libre y allí suele llover, pero claro son Soldados escoceses y ya pueden caer chuzos de punta que los tíos actuan.