Yo siempre pensé que la cornamenta de los ciervos era para siempre, que una vez llegaban a adultos les comenzaba a crecer, un poquito cada vez y cuanto más viejos, más espectacular. Cuando el guarda forestal nos dijo que cada año al llegar la primavera les empezaba a crecer la cornamenta en la cabeza y que estaba hecha de hueso muerto, aluciné en colores. El ritmo de crecimiento es de dos centímetros por día e inicialmente está cubierta de una especie de piel protectora que los ciervos se arrancan. Usarán estas astas en sus peleas durante la berrea y en invierno se les caerá.
Una respuesta a “Cuestión de hormonas”
Jajaja no puedo evitar reirme pensando que mas de uno quisiera que se le cayeran los cuernos en invierno 😉 Besos