Primer día – Arrancando el papel


Durante las próximas dos semanas mi casa va a convertirse en un terrible campo de batalla. Después del trauma que supuso instalar la cocina y renovar el baño se me quitaron las ganas de más obras y lo dejamos todo así. En estos años me he dedicado a moldear el jardín y he procurado no hacer nada dentro de la casa aunque en algún lugar de mi subconsciente sabía que tarde o temprano tendrían que enfrentarme a mis miedos y pintar la casa. En realidad serán dos proyectos separados ya que esta semana la planta baja sufrirá la primera parte de su transformación de la mano del hombre que siempre me ha ayudado con estos menesteres y la semana que viene será el turno de la planta alta de la mano de otra persona.

Por toda mi casa hay papel de empapelar y aunque siempre me ha horrorizado, lo he dejado estar por las razones ya expuestas. Cuando estuvimos mirando la complejidad del tema, arrancamos un poco de papel de una de las paredes del salón y la cosa pintaba fácil. La cita era para esta mañana y yo avisé en mi oficina el viernes y les dije que trabajaría desde casa. Esta mañana miraba mi correo y respondía asuntos cuando llegó el señor encargado del asunto. Nos tomamos un café, se puso el mono de trabajo y me ofrecí a ayudarlo un rato. Comenzamos con la pared más grande y todo salió bien. Mojábamos el papel y éste prácticamente salía solo, sin esfuerzo. Debajo nos encontrábamos con el hormigón del que está hecha mi casa ya que en Holanda no suele haber escayola en las paredes. Es un muro sólido y que aísla perfectamente del ruido y de todo lo que pueda haber al otro lado. En toda la planta baja no hay un solo cuadro, tacha u orificio en la pared y cuando vez la solidez de la misma comprendes que quien quiera arriesgarse a poner algo colgado, mejor se agencia un buen taladro porque es la única manera.

Una vez terminada esa pared, la cual nos tomó una media hora nos dividimos. Yo haría la que da hacia el jardín y el hombre se encargaría de la que da a la calle. Aquí comenzaron nuestros problemas. Nada más empezar a arrancar el papel descubrimos que en esas paredes había dos antiguos papeles debajo del actual, a cual más horroroso que el posterior. Nuestro plan se fue al carajo. Si lo hubiéramos sabido desde el principio hubiéramos alquilado una máquina de esas que lanzan vapor pero ya era muy tarde. Para hacer una superficie infinitamente menor estuvimos un par de horas cada uno. Después nos pasamos a la pared final y esta también tenía su historia de papeles antiguos. Tardamos seis horas en total en quitar todo el papel, algo que inicialmente pensábamos que nos tomaría dos horas o máximo tres. Fue una pesadilla agotadora que espero no tener que volver a repetir en mi vida.

En la foto podéis ver más o menos como han quedado las paredes después del trabajo. Mañana yo volveré a la oficina y al volver por la tarde espero no desmayarme del susto.


9 respuestas a “Primer día – Arrancando el papel”

  1. Imagino la pesadilla, yo la verdad que estoy cogiendo trauma de cualquier pequeña reforma, porque as veces hasta las que parecen sencillas se vuelven aterradoras. Suerte mañana y solo piensa en el resultado final, besos

  2. Eso pasa siempre con las obras, se complican. Espero que te sea lo más leve posible.

    Yo tengo unas en espera, y no acabo por decidirme. Me aterra todo el polvo y la mierda que se forma. A ver si algún día reúno el valor y me echo al toro.

  3. Después de esto ya casi habré acabado y tendrán que pasar diez años para que vuelva a embarcarme en alguna obra.

  4. Hombre Sulaco,

    Ánimo, seguro que te quedará de cine después. Y cómo vas a pintar la casa. Vas a estucarla o gotelé? Como las paredes son de hormigón no están lisas. A mí casí me da un yuyu cuando nos entregaron la casa y ví que no había nada más que hormigón lleno de agujeros. El suelo más de lo mismo. Yo estoy dudando en pintar una pared del salón de otro color, sólo una, pero me está costando…

  5. A mi me encanta estar de obras, si fuera por mi renovaría la casa cada 3 años me encanta jejeje (o será que ya me acostumbré?) Besos.

  6. Las reformas de mi casa (piso) duraron casi tres años. Cierto que con períodos de ahorro para continuar y porque la tiré abajo, casi completamente. Los vecinos hicieron fiesta cuando terminaron los obreros y empecé a habitarla. Pero tres años son muchos años viviendo una obra.

  7. Despues de reformar completamente mi casa, que para que os hagais una idea son 3 pisos con vigas y suelos de teka, techos, paredes que eran todavía peores que con papel, porque tenían ¡friso plástico!, y la escalera nueva de arriba a abajo tambien en madera, bla bla bla…. en una pared lateral que toca con otra vivienda vi que me salía literalmente, agua por la piedra…. la casa de al lado me estaba metiendo agua, pero no un chorrillo, no, tengo una fuente natural! Despues de dos años de denuncias y partes al seguro, todavía no han impermeabilizado su pared, asi que no pueden arreglarme la mía, y prácticamente toda la obra que acababamos de hacer, se fue al garete, porque la madera está calada. Alguien da más? Por cierto, ya soy amiga de los mohos asquerosos que salen cuando llueve, y vivo en Galicia, asi que llueve muuuuu-cho. Menos mal que, aunque sea por trabajo, vivo en un piso donde el agua solo sale de los grifos…. fú.

  8. ale, en esta fase no habrá color. Me preparará las paredes en blanco y una vez acaben las visitas familiares pondré el color. Mi plan original para la planta baja es alternar 3 colores entre todas las paredes comenzando por la cocina con un color que pegue con los muebles de la cocina (color miel) y después continuando por la pared más larga con un segundo color y cambiando a un tercero para la pared que da hacia la calle y las paredes que la continúan. No tengo ni idea de si lo que le van a hacer es estucado o gotelé. Solo sé que es 1 mm de espesor.

    waiting, toda la planta baja de mi casa es lugar no habitable. He suspendido hasta la producción de magdalenas porque lo que allí se respira no puede ser bueno para la comida.

    saulo, por Dios

    Virtuditas, ganas el premio sin lugar a dudas.