Todos los veranos pasa lo mismo, en un punto determinado llega la sequía cinematográfica y no se estrena prácticamente nada y yo me repito a las repeticiones, sobre todo a las relativas a cierta película que no voy a mentar por aquí pero que coincido con Tarantino que es el peliculón del año y los que no la vean son carne de cañón. La semana pasada uno de los dos estrenos era una película de dibujos animados que se veía chorra, pero esto es lo que hay y como conseguí verla sin tener que ponerme las gafas esas asquerosas y sin tener que leer subtítulos, decidí darle una oportunidad, por no mencionar que el aire acondicionado del cine es fabuloso. La película se titula DC League of Super-Pets y en España se estrenó como DC Liga de Supermascotas.

El julay de Superman tiene un chucho superhéroe que se junta con otros para salvar el mundo sin chimpún.

Resulta que Superman se trajo de Krypton también un chucho con super-poderes y cuando secuestran a Superman y a los otros miembros de la Liga de la inJusticia, el chucho, que se ha quedado sin super-poderes por una inyección de kryptonita, se arrejunta con otro chucho y otros animales que encontró en un refugio de animales y que han conseguido super-poderes de esos. A partir de ahí las besteuelas tendrán que luchar con un gato malvado, truscolán y podemita y rescatar a los héroes o algo así y ser ciudadanos ejemplares.

Si has leído el párrafo anterior y como que te parece super-hiper-mega interesante, que sepas que tu cerebro no está plenamente desarrollado porque esto es más bien una película para chiquillos, quizás de ocho años o más joven y para cualquier por encima de esa barrera, se hace pesada y tediosa porque no tenían mucho que añadir. La historia es linealmente simplona, los animales son adorables si eres un niño y te gustan las muñecas y los diálogos están totalmente pensados para chiquillos. La animación es simple y está bien hecha, pero todo en la película tiene un tufillo a peli infantil. En un momento determinado por supuesto tendremos un enfrentamiento con los malos y por supuesto, aquí no muere nunca nadie, las supermascotas rescatan a los superhérores y vuelve la paza al universo con final feliz o algo así. Se nota que en la película tenían un asesor podemita y truscolán porque lo único que les faltó fue eliminar los géneros masculino y femenino y limitarse a usar el puto -le. Es una peli concienciada y buenista que respeta y promueve todas las opciones sexuales y la libertad de los bebés a elegir el sexo que quieren tener cada semana o quizás incluso cada día.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos o un sub-intelectual con GafaPasta, esto os sirve para deshaceros de las bestezuelas y tenerlas en una sala dos horas, pero ni de coña deberíais entrar a verla. Es sosa y se puede ver perfectamente por la tele y combinarla con una siesta.