De Brutas, nada


Los mexicanos también saben hacer comedias con las que te tronchas y para una sociedad que al menos en mi imaginario y en lo que se decía siempre en España es muy pero que muy machista, en las series se ven como tan avanzados o quizás más que los españoles. Acaba de estrenarse la segunda temporada de la serie que voy a comentar y que por supuesto, ya he visto. Se trata de De Brutas, Nada y creo que en España no se ha visto ni siquiera la primera temporada de esta pinche comedia, güeys.

Todo comienza con la protagonista rompiendo con su macho justo antes del bodorrio y viéndose con un apartamento fashionista y que no puede pagar, así que decide buscar una compañera de piso y acaba con un macho que también está desesperado para encontrar algo y que para conseguirlo, miente y le dice que es un puto, de la rama más profunda de los julandros. A partir de ahí, todos se irán conociendo, se irán haciendo amigos y unos y otros tendrán que mentir. Aparte de la historia de como estos dos acaban emparejándose, tenemos un montón de tramas secundarias con amigos y familiares, todas alocadas e increíbles. La serie es un puro cachondeo, no se puede tomar en serio y ni ellos lo pretenden. Todos van dando bandazos buscando la felicidad o la idea que se han hecho de la misma, que en ocasiones no está nada claro. La segunda temporada se centró en los problemas de la pareja recién creada y no tuvo la frescura de la primera, aunque le dieron un montón de importancia a uno de los hijos de una de las parejas que se vuelve influenser y hasta provoca que un macho cabrío influenser corteje a su madre para empetársela enterita, incluyendo sus pelitos de los güevos. Como con las otras series mexicanas que he comentado, seguramente si reducen la velocidad y la estiran sería una telenovela de doscientos episodios, pero como van a todo meter acaban con series de diez episodios por temporadas.

Si te quieres reír y no tener que andar pensando nada, esto es lo tuyo. Precisamente por lo anterior está totalmente fuera del alcance de los sub-intelectuales con GafaPasta y no estoy seguro que algo así, tan banal y sin efectos especiales les guste a los miembros del Clan de los Orcos.


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