De camino a la GRAN Canaria


Este año, la tardía semana Santa y la avaricia de las líneas aéreas provocaron una tormenta perfecta en la que estuve en Asia, regresé y dos semanas más tarde estaba de fin de semana en Málaga y dos semanas después me bajaba a GRAN Canaria para mi visita veraniega, que yo prefiero hacer en algún momento de agosto pero que cuando compré el billete, en el mes de agosto me sale más económico ir a Bangkok o Kuala Lumpur que a Gran Canaria, isla a la que los billetes de avión parecen tener los precios colocados por un empleado de la empresa de la manzana mordida y con bicho. Tras unos estudios estremecedores y concienzudos, determiné la última fecha válida para volar a un precio razonable a las Canarias para el diez de julio, cualquier fecha posterior implicaba un billete a un precio de más del doble y con un mínimo nunca inferior a los cuatrocientos veinte leuros. La compañía del billete más barato resultó ser Ryanair y cuando lo compré, como siempre, me puse la prioridad esa de las dos maletas.

Por el cambio de los horarios de los vuelos entre la isla y Eindhoven, ahora el avión sale pa’l sur a las siete y media de la tarde, lo cual me permite trabajar sin problemas y bajarme al aeropuerto sobre las tres y esta vez, decidí dejar la bici en mi keli e ir en guagua, ya que alrededor de la estación de Utrecht hay tantas obras en la zona de los aparcamientos de bicicletas que aquello es una pesadilla para encontrar una plaza y dejar la bici una semana. El trayecto de guagua fue seguido por uno de los trenes que pasan cada diez minutos en dirección a Eindhoven y desde la estación de la ciudad, guagua al aeropuerto. Cuando fui a pasar el control de inseguridad, reconocí en el lado de la derecha una de las nuevas máquinas escáner que no necesitan que saques las cosas de la mochila, así que me puse en esa cola porque es de puro lujo María, sin líquidos ni ordenadores ni nada de nada fuera de la misma. Las nuevas máquinas son fabulosas, pero no se yo, que puse en el fondo de mi bolsa un puntero de buceo, que es como de medio metro de largo, básicamente un pincho hecho de aluminio y no me lo quitaron, algo que me flipó, ya que lo daba por perdido y de hecho me compré dos en mi tienda china favorita, que valen un par de leuros. Como la misión ha sido todo un éxito, ese lo he dejado en GRAN Canaria para los buceos por allí.

Para sacar la tarjeta de embarque apuré el tiempo hasta casi el momento del cierre por Ryanair para asegurarme que todos los asientos de en medio ya estaban asignados y así logré ventana, algo que alegrará enormemente al ancestral. El avión llegó en hora y salió en hora, solo que como volamos al final del día, venimos llegando a la isla redonda sobre las once de la noche y desde el aeropuerto hasta la capital con transporte público, fue una pequeña aventura. Pillé una guagua sobre las once y media y resultó que estaban asfaltando un tramo de la autopista y la desviaron por Telde y con todo el tráfico por esa carretera pequeña, la caravana era brutal y entre pitos y flautas, vine llegando a las Palmas después de las doce y media, en un trayecto que se hace en veinte minutos. En la estación de guaguas la parada de taxis estaba vacía y tuve que pillar otra guagua así que el momento en el que entré en la casa de mi madre fue uno más cercano a la una de la mañana, con lo que la operación al completo, desde puerta de casa a puerta de casa, tomó nueve horas.

De lo que sucedió en la isla no se hablará, salvo por el día que veremos los vídeos de mi sesión de buceo. Mientras llega ese día, nos quedamos con el vídeo del viaje de ida, con despegue por la tarde desde Eindhoven y aterrizaje de noche en Gran Canaria. Está acompañado de la canción So Say We All de Audiomachines, una música fabulosa y que seguro que aparece en más vídeos porque me encanta:

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Una respuesta a “De camino a la GRAN Canaria”

  1. Cuando regrese a mi ranchito escucharé la canción porque aquí, en casa de mi hija pequeña, no se porqué no tengo sonido en el PC.
    Y si, el ancestral se alegra un montón con el video, gracias guanche!!! 🙂
    Salud