Hay cuatro actores holandeses que me encantan y a los que sigo con devoción y en la película de la que quiero hablar hoy coinciden dos de ellos así que para mí era de visionado obligatorio. Tened claro que este cine es poco probable o imposible que llegue a cruzar la frontera y estrenarse en España, de la misma forma que aquí llega una de cada cien películas que se hacen en nuestro país. La película se basa en una novela que fue un gran éxito en este país y se llama De gelukkige huisvrouw que se traduce al español como el ama de casa feliz.
A una julay se la endiñan y le hacen un bombo, pare un chiquillo y del esfuerzo tan grande que tuvo que hacer para jiñarlo se chifla toda y acaba comiendo pipas en un manicomio
Una mujer que lo tiene todo y que quiere con locura a su marido se queda embarazada y aunque ella no termina de verlo claro, como él quiere ser padre se deja hacer un bombo. El parto fue épico y ella acabó reventada pero dio a luz y su marido es más feliz que un tonto con su hijo. Sin embargo, ella comienza a tener celos y como se siente desplazada, acabará chiflándose e intentando deshacerse del niño. La ingresan en un manicomio y allí, entre locos, descubrirá que la figura de su padre tiene un papel especial en su comportamiento y junto con un atajo de lunáticos recuperará la cordura y tendrá que luchar para volver al mundo de los que creen ser normales.
En esta película se tratan un montón de temas, la locura y la cordura, la vida y la muerte, el embarazo, la maternidad, la paternidad, la forma en la que vemos a los demás y la forma en la que ellos nos ven a nosotros. Tanta filosofía y asuntos fundamentales y sin embargo procuran llevarlo siempre de una manera irónica y humorística. Incluso en los peores momentos, en aquellos en los que el drama asoma a la superficie, siempre hay algún elemento que rompe la escena y rebaja la tensión.
Carice van Houten está fantástica, como siempre. Adoro a esa mujer, es un pedazo de actriz. Tanto cuerda como lunática está que se sale y vuelve a demostrar por qué es la número 1. A su lado tenemos a Waldemar Torenstra, un actor mucho más limitado que ella pero que es capaz de poner unas caras de pena increíbles, aunque en esta película no tiene tantos minutos porque en realidad la revelación son todos los chiflados del manicomio, un lugar extraño en el que parece que las cosas están del revés y se quieren dar la vuelta para quedar bien.
La película tuvo un comienzo algo lento pero va ganando en velocidad y para cuando llega al final tiene una historia excelente y muy entretenida sobre algo que le puede pasar a cualquiera y la forma en la que los demás se tomarán nuestra locura si la descubren.
No la puedo recomendar ya que dudo que cruce las fronteras del Benelux pero si algún día la dan por la tele y tenéis oportunidad de verla, no os la perdáis.
4 respuestas a “De Gelukkige Huisvrouw”
Pobrecita, encima de tener que jiñarlo, no le sale una obra maestra…
Salud
Os sorprendería saber la cantidad de madres que pierden un poco de cordura cuando dan a luz a sus hijos. Yo reconozco que estoy totalmente loca por el mío 😉
Me parece a mí que la locura de la beba de la película era de otro tipo porque no te veo metiendo a tu hijo en una caja, llenándola de ropa y escondiéndola en el sótano para deshacerte de él.
Va a ser que no.