Una de las cosas que más me fascina de bajar a Bolduque es el cambio geográfico. En el espacio de los cuarenta y nueve kilómetros que separa mi keli de la fábrica en la que trabajo en ocasiones, que también lo puedo hacer en otros dos lugares, en ese viaje en tren de veinticinco minutos mi cuerpo cruza imaginariamente la frontera de dos provincias neerlandesas, con lo que recorro tres y paso por encima de tres ríos fabulosos y legendarios neerlandeses.
Todo comienza en Utrecht bajando hacia el sur y al poco de abandonar la ciudad, cruzamos sobre el Amsterdamrijn kanaal, ese pedacito del delta del río Rin que fue enderezado y mejorado en los años cincuenta del siglo pasado y que conecta la ciudad de Ámsterdam con la de Utrecht usando el río Rín en prácticamente línea recta. Ese es mi primer río y al poco paso sobre el río Lek, por el que este verano hice varias rutas en bicicleta y ese río es la frontera entre la provincia de Utrecht y la de Güeldres, provincia que en esa zona es estrecha pero que se extiende hacia el este y llega a la frontera con Alemania y provincia en la que están las ciudades de Arnhem y Nimega, en las que hubo tremendas batallas en la Segunda Guerra Mundial con los nazis, podemitas y truscolanes y que casi siempre acababan con la voladura de algún puente sobre algún río que en realidad es el Rín.
Siguiendo hacia el sur, cruzo el río Waal, que es la rama del delta del río Rín que conecta Rotterdam con el corazón de Europa y que es la mayor autopista fluvial del mundo y por donde pasa una grandísima parte del transporte de mercancías de Europa y el siguiente río que cruzo es el Mosa, que además es la frontera entre las provincias de Güeldres y Brabante septentrional y al entrar en la ciudad de Bolduque cruzo sobre el río Dieze, que es un río que tiene la friolera de SIETE kilómetros de largo y que en realidad es el resultado de la unión de otros dos que se juntan antes de llegar al Mosa, lo cual muestra que el sistema fluvial neerlandés es como un inmenso mapa de arterias y venas en el que unos ríos se conectan interminablemente entre ellos porque todo este terreno es un gigantesco delta que se ha ido llenando de arena con los siglos y sobre todo con la acción de los julays humanos. Si la provincia anterior linda con Alemania, esta última tiene el mayor tramo de frontera con Bélgica y en esta provincia y pese a los esfuerzos de calvinistas y protestantes, los católicos fueron y siguen siendo mayoría y en esta parte del país es donde todavía se celebra el carnaval y ahora, los protestantas y calvinistas del norte, se bajan a esta zona durante esas fiestas cada año para juerguear porque reconocen que su mierda de religión le quita las ganas de disfrutar a la gente.
En fin, un poquito de incultura para que no se me transformen en orcos.
Una respuesta a “De ríos y provincias que paso”
Es cierto, que haríamos los pobres ignorantes que pasamos por aquí sin tu sapiencia de medio moro y comequesos… 🙂
Pero que sepas que todos esos rollos los leo en vertical, lectura rápida, que medio recuerdo algo, y me quedo igual que antes… 🙂
Salud