Desde Bali hasta el centro de buceo en Komodo


Aunque parezca imposible, para mi el jetlag es siempre al volver, no tengo ningún problema yendo hacia el este y el día que llegué me acosté a las diez de la noche y me levanté hoy a las seis de la mañana, ocho horas más tarde y perfectamente descansado. El día anterior me habían mandado un mensaje informándome que mi vuelo lo adelantaron media hora, con lo que por si acaso, decidí llegar bastante antes al aeropuerto. Sabiendo que el hotel está a unos cientos de metros del aeropuerto, pasé de pedir que me llevaran. Cuando fui a la recepción, el empleado estaba allí durmiendo tan plácidamente y cuando se enteró que me iba, llamó a otro para controlar mi habitación y el teléfono del otro sonaba básicamente por detrás de nosotros. Lo despertó y el chamo dio un rodeo que obviamente vimos para subir a la planta y confirmar que la habitación estaba en perfectas condiciones. Esto lo hacen porque algunos literalmente destrozan las habitaciones, roban mandos de la tele o del aire acondicionado o dejan las sábanas ensangrentadas y todo eso lo tienen que pagar. Unos muy de ese estilo son los británicos y los truscolanes, que tienen unas reputaciones terribles. Desde el hotel fui al aeropuerto y cuando llegué buscaba la terminal doméstica, algo que resultó aventurero. Según un pavo, tenía que seguir una ruta y en el transcurso de la misma, dando vueltas y más vueltas, llegué a un control de seguridad super-cutre, que pasé y como era un vuelo doméstico, puedes llevar líquidos y explosivos, a condición que los uses. Lo raro es que después de pasar ese control ya estaba en salidas, sin haber facturado, así que tuve que seguir el camino inverso hasta que encontré el lugar en el que estaban de verdad los mostradores de facturación y allí pillé mi tarjeta de embarque y pasé de nuevo el control de seguridad en el sitio en el que lo debería haber pasado.

Mientras esperaba el despegue, me dediqué a caminar en la terminal, ya que una vez empiezas a bucear, como que se acaba cualquier otro ejercicio físico. Yo compré mi billete para viajar con Sriwijaya air (pronúnciese como truscoluña no es nación) pero al parecer, el vuelo era de Nam air que pertenece al mismo grupo y cuando ya estábamos en el avión dijeron que forman parte del grupo Garuda Indonesia, con lo que al final descubrirán que ahorran si dejan un solo nombre y todo se unificará en Garuda Indonesia pero les doy unos años para ello. El avión era un Boeing 737-500, de los más o menos viejos, pero al menos no de los que tienen prohibido volar, que de esos hay varios en indonesia y ya al aterrizar el día antes los vi aparcados en el aeropuerto con los motores cubiertos.

Despegamos en hora y el vuelo fue de sesenta minutos y pasamos junto a Lombok y otras islas con espectaculares volcanes. Cierto Ancestral está en racha y me dieron asiento de ventana, así que tengo vídeos del despegue en Bali y del aterrizaje en Labuan Bajo, en la isla de Flores, que es el punto de entrada para ir al parque nacional de Komodo. Decir que Labuan Bajo se pronuncia con la primera b como si fueras retardado, como la b de vaca pero no la de burro o la b de joputa-criminal-fugado de la justicia y residente en Güaerlú o truscolán. Desde el aeropuerto me llevaron a la oficina del centro de buceo y allí tenía que esperar un par de horas, así que me dediqué a recorrer el pueblo, que es como del oeste, con calle única y todo en ella. Aproveché para almorzar y después salimos de allí a las dos de la tarde en barco para viajar hasta donde tienen el complejo de buceo, en un lugar recóndito y perdido del mundo, sin carreteras de acceso. El viaje toma una hora. En la llegada, nos informaron de todo, nos planearon el día siguiente, nos tomaron las medidas y después vivimos una puesta de sol épica. La cena fue a las siete y como las excursiones son temprano, allí a las nueve está todo el mundo en la camita y unos, más afortunados que otros, en las tres habitaciones con aire acondicionado, que yo ya me veo muy mayor para sufrir con ventilador.

Y así transcurrió el día en el que llegué al primer escenario, al lugar en el que estaré buceando los próximos cinco días.

El relato continúa en Hijo de las mareas

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2 respuestas a “Desde Bali hasta el centro de buceo en Komodo”

  1. Hombre, dos buenas noticias, una que estás tomando video de despegue, la otra, mas importante aún, que tienes aire acondicionado en la habitación!!! 🙂
    Salud