Desde mi atalaya


Hoy han llegado mis padres a Holanda y entre el trabajo y la operación recepción y bienvenida no me ha quedado tiempo de nada. A todo eso se le unen los ejercicios que tengo que hacer para mis clases de holandés y me da la sensación de pasarme todo el día corriendo, aunque por suerte todo ha salido bien.

Durante las próximas tres semanas haré lo posible para mantener la doble actualización diaria aunque es más que probable que algunos días solo veáis la foto de la mañana. En los fines de semana estaremos de viaje y en esta ocasión no pienso llevarme el ordenador (al menos ese es el plan). Viajaremos a Roma cuatro días y otros cuatro días a Dublín. Entre medias Amsterdam, Utrecht, Hilversum y lo que se tercie. Las dosis de cine para los fines de semana están garantizadas gracias a la maratón que he hecho en estas dos semanas en las que he visto diez películas.


5 respuestas a “Desde mi atalaya”

  1. A disfrutar, que me da que aparte del ajetreo de la vida diaria, te gusta ejercer de anfitrión de la familia. Saludos.

  2. Muy bien que hagas de buen hijo. Llega un momento en que son los hijos los que tienen que mimar a sus padres 🙂