Desde Surigao a Siargao de chiripa milagrosa


El relato comenzó en Cruzando China camino de Manila

Una nota anecdótica y fuera del relato. Para cuando aparezca esto público es más que probable que yo esté sobre volando el cielo de China y regresando a Europa. Por supuesto, la magia de la programación hace que haya escrito este relato exactamente siete días antes. 

Surigao es como una ciudad del lejano oeste por la que uno va de pasada. Me quedé en un hotel enorme y aún así, por la mañana, a las siete en punto que era cuando comenzaban a dar los desayunos, no había nadie en el restaurante. Creo que este es el primer sitio en estas vacaciones en el que el desayuno está incluido en la habitación. Después de papear, fui a un centro comercial que hay a unos ochocientos metros para probar a sacar dinero de los cajeros automáticos, ya que los dos que hay junto al hotel no aceptaron ni la Maestro ni la MasterCard.  Hace un año no fue tan mal como en esta ocasión. Salvo  por la primera vez, el resto de veces he probado una cantidad increíble de cajeros y al final solo la MasterCard funcionó. Hoy volvió a suceder lo mismo y espero que esta sea la última vez que saco dinero en el país. En teoría hay varios ferries a Siargao y yo elegí ir en el de las once de la mañana porque no me apetecía pegarme el madrugón. Sobre las diez menos diez me llevaron al puerto en una furgoneta del hotel y allí, cuando me acerco a las taquillas, resulta que por las elecciones solo hay un barco, a las doce de la mañana y además el más lento. Como no había alternativa, compré el billete, pagué la tasa del puerto y entré a la sala de espera. Un chamo nos dijo a todos que ya podíamos subir al barco, aunque faltaban dos horas para salir así que hacía allí nos encaminamos para pillar un buen sitio. Esta es la primera vez que hay barco en día de elecciones y los locales no se lo podían creer. Lo de las elecciones en este país es rarísimo. El  gobierno decreta la prohibición de venta de alcohol y muchísimos comercios cierran. Tampoco existe el voto por correo y solo puedes votar en el lugar en el que te inscribieron tus padres al nacer o algo parecido. Nos pasamos dos horas en el barco, que se llenó al completo y mayormente de Filipinos, ya que los extranjeros éramos cinco, lo cual os da una idea de lo poco turístico que es el sitio al que he venido. El barco salió solo con quince minutos de retraso y las siguientes tres horas, cruzando los dedos de los pies para que no se hunda ya que no tenía pinta de estar en muy buenas condiciones. En la cubierta en la que yo estaba sentado había una pareja joven con un bebé y cada vez que lloraba, le daban unos meneos terribles para adormilarlo. El chiquillo acabará con lesiones de columna como le hagan eso normalmente. Si lo ve mi amigo el Rubio le da un pasmo. Él que cogía a sus hijos como si fueran de cristal de copa buena y aquella filipina le metía el turbo y lo agitaba como si estuviera montando nata. Cuando nos aproximábamos a puerto, la gente comenzó a ponerse nerviosa y a enfilar las salidas.  Según atracamos y salieron los camiones, dejaron salir a los pasajeros y comenzó la desbandada. En la puerta, todos te gritan para que los elijas como transportista oficial y al final pillé a uno con moto a la que le ha añadido una estructura con un toldo para protegerte del sol y la lluvia y con ese fue con el que fui al complejo en el que me quedo, Cherinicole Beach Resort, que escogí porque tiene playa piscina. Vine llegando pasadas las cuatro de la tarde y solo tuve tiempo de darme un baño en la piscina, hacer unas pocas fotos en la playa y buscar un sitio para cenar. Al menos, ya estoy en Siargao. 

El relato continúa en Excursión a la isla de Kangbangyo

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2 respuestas a “Desde Surigao a Siargao de chiripa milagrosa”

  1. Que poquito te queda, bueno, en realidad ya se te ha acabado el asueto, en fin, espero que el resumen haya sido genial!!!
    Salud