Hoy tenemos una peli de una serie de la que ya he visto alguna película, porque recuerdo perfectamente El gato con botas – Puss in Boots , pero para esta última tampoco es que estuviese deseando verla, que el trailer es más bien mediocre tirando a malo y al menos en mi caso, si no estoy ya en los alrededores del cine, como que no salgo de mi keli para ir a ver la película, así que la coloqué junto con otras en una de mis visitas a Ámsterdam. Esta iteración se titula Puss in Boots: The Last Wish y en España se estrena la semana que viene como El gato con botas: El último deseo.

El julay felino ese sigue pajariando por ahí y hasta se enchocha de una gata

Resulta que el gato con botas ese se está quedando sin vidas o quizás ya murió, que mira tú por donde que justo en esa parte de la película me dio un jamacullo de lo aburrido que estaba y no me enteré de lo que sucedía. En cualquier caso, él, una gata y un chucho enano y feo van a buscar algo o así para pedir un deseo y al mismo tiempo que ellos, otro pavo antipático y malaje de ascendencia truscolana y seguramente casado con rumana está también tratando de conseguir el deseo y un tercer grupo van a lo mismo, así que esto es una competición entre los tres bandos para agenciarse el codiciado deseo, aunque cada uno de ellos quiere pedir una cosa distinta o algo así.

Me aburrí, sobre todo en la parte inicial de la peli y de hecho, es que creo que de los cien minutos que dura, es más que probable que yo durmiera un cuarto de hora y estuviese totalmente amodorrado y acarajotado diez minutos más, porque la historia no tenía ningún sentido para mí y eran incapaces de atraer mi atención, que mira que es algo fácil de conseguir. El final, con las movidas entre los diferentes bandos fue lo mejor, o al menos lo más entretenido y es también lo más oscuro, que por ahí como que se olvidaron que estaban haciendo una peli para niños y quizás por eso mejoró la cosa. Como siempre, tenemos la voz de Antonio Banderas, que es muy característica en inglés por el pedazo de acento español que tiene.

Supongo que puede gustar a los miembros del Clan de los Orcos, sobre todo porque es una oportunidad para llevar a sus bestezuelas al cine, aunque por otro lado, igual les aburre por lo mucho que hablan. Dudo muchísimo que sea algo que interese a los sub-intelectuales con GafaPasta.