El lazo


Uno de los grandes dramas que he vivido a lo largo de toda mi vida y que parecía no tener fin acabó hace cosa de dos semanas. Desde tiempos inmemoriales y de manera consistente, parece que me miró un tuerto o un truscolán y a la hora de atarme los cordones y no pasaba un día en el que no tenía que hacer esa tediosa tarea entre cinco y diez veces. A veces me daba la impresión que un espíritu truscolano me seguía allá adonde iba y se entretenía desatándome los cordones. Llevo meses con la tarea pendiente de mirar en Internet y buscar alternativas que seguro que existían pero no fue hasta el día en el que en cuestión de una hora tuve que atármelos cuatro veces cuando me cansé y me lancé a bucear en la red y encontré que no estoy solo, que somos legión los que vivimos con este sufrimiento inhumano. Lo que sigo sin captar es el por qué a mis colegas y amigos no les sucede, ráramente los veo agacharse a atarse nuevamente los cordones y yo es que no paro de hacer ejercicio.

Lazo doble

Lazo doble, originally uploaded by sulaco_rm.

Al final y con un nudo que me toma un par de segundos más en hacer, he logrado lo imposible y lo impensable, que los cordones de los zapatos aguanten anudados durante todo el día, lo cual me hace parecer hasta más profesional. En el lado negativo, dejaré de encontrar dinero en el suelo.

,

4 respuestas a “El lazo”

  1. Yo siempre he hecho la lazada y luego un nudo y supongo que es lo que hace todo el mundo.

  2. Ay, si no fuera por internet, que todo lo sabe. Yo ayer por la tarde estaba en casa, había una avería que no solucionó hasta que ya estaba acostada, estaba sin internet y estaba aburrida y mustia.