El lodo


Cuando llegué a España en diciembre, me hice la lista de pelis españolas que había en cartelera y prioricé las que desaparecían esa semana y la que voy a comentar hoy estaba en su ultimísimo día, así que fue la que elegí ver en primer lugar. Por descontado, no tenía ni puta idea de la trama y jamás de los jamases había oído o leído nada referente a esta peli, algo que todos sabemos que no me detiene, salvo que pongan en letras grandes algo como que está basada en una obra del aclamadísimo pollardón el tolquien, en cuyo caso no voy al cine porque ese desgraciado no sabía ni cagar dentro del retrete. La película que vi se titula El lodo y ahora que no está en la cartelera, seguro que aparece en agluna plataforma porque la producían cienes y cienes de comunidades autónomas, ciudades y empresas.

Unos julays se mudan al requinto coño campurriano y le tocan los mondongos a los del barrio y estos lo llevan muy mal.

Resulta que un pavo se muda con su hembra y su hija al medio de la nada, tierra de cejijuntos y en donde les va a arreglar el problema de la sequía cortándoles el uso del agua, que es la forma más fácil. Ya según llega, todo el mundo lo odia a muerte pero es que según va tomando medidas, el odio ese se vuelve más rencoroso y allí todos quieren que se muera de una vez y que los deje en paz y mientras tanto, su hembra como que se le trastoca pa’l coño por culpa de una depresión por un hijo que se les murió anteriormente o algo así. Al final, con tanto mal rollo, allí se termina montando un pitote del copón de muy mal final.

Era el único ser humano en la sala y me aburrí como una ostra fuera del agua. La historia es que no avanzaba, renqueaba sin progresar y aburría más y más y realmente, todos me la traían floja y me daban igual y hasta me identificaba más con los del pueblo, sobre todo con los más radicales porque si lo mataban pronto, así me podía ir del cine, pero no, me hicieron sufrir casi ciento diez minutos. Hay tramas que nunca se resuelven, hay saltos en el tiempo a un pasado que nunca fue mejor y que ni hacían falta ni aportan nada y la niñera, por ejemplo, que durante un rato parece un personaje esencial, desaparece de la historia sin pena ni gloria y jamás sabremos que fue de ella. En resumen, que esto es más bien una especie de telefilm que seguramente necesite los intermedios de treinta minutos de publicidad para que el espectador pueda dormir plácidamente tres horas o más.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos y te exponen a esto, yo declararé a tu favor en el juicio por asesinato. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta y dices que te ha gustado, pégate una pegatina en la espalda que diga pedante del coño para que todo el mundo sepa lo que eres. Se puede usar como somnífero.


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