Todavía están frescos los bitios y los octetos de la anotación Volando a las Maldivas desde Viena con ese increíble vídeo y ya estamos bajando al fondo marino del agua del mar, ya que llegué con tiempo suficiente para hacer la tercera y última inmersión del día y de esa forma, hacerme una idea de lo que había por allí debajo. Esa primera inmersión la hice con un japonés que creo que solo buceo uno o dos días y que supuestamente era super-hiper-mega experto pero que a mí no me lo pareció. Como aún tenemos en las retinas los últimos vídeos de Sipadan, aquellos más intelectualmente desarrollados notarán las diferencias entre los dos océanos. De entrada, el cambio climático ha arrasado con los corales de las Maldivas y el fondo marino no tiene la alegría y espectacularidad de Indonesia o Sipadan, lugares en los que parece que estás buceando en el paraíso. Lo que pierden en eso lo ganan en otras cosas y esta primera inmersión ya me dejó flipando. Es importante saber que este documento tan especial está acompañado de la canción Jóvenes Eternamente de POL 3.14, una de esas a las que regreso con frecuencia porque me encanta.
Entramos al agua y nos topamos con cienes y cienes de billones de peces, creo que el nombre sub-intelectual es el pez ballesta azúl, aunque claro, siendo tan ignorantón, a lo mejor es el pez truscolán. Lo importante es que tras ellos hay un pez Napoleón, enorme. A partir de ahí ya empezamos a ver tiburones de arrecife de punta blanca, unos animales que para mí son parte de la realeza submarina. También vemos algún atún pasando, aunque claro, al no estar en lata es difícil reconocerlos. Atentos al momentazo épico y legendario después del primer minuto y medio, cuando estoy a milímetros de un pez Napoleón enorme que pasa totalmente de mí, hasta esa inmersión, estos peces siempre los había visto de lejos. Justo después de esa maravilla tenemos otro atún fuera de sus latas. Ahora hay que hacer pausa para no perderse el pescado del segundo minuto y treinta y cuatro segundos. Eso rosadito que se ve ahí posado es un pez hoja (leaf fish) absolutamente maravilloso y que son muy típicos en las Maldivas. Y ya puestos justo antes del tercer minuto llegan los tiburones con alegría y cosa buena. En definitiva, una inmersión épica y legendaria.
4 respuestas a “El maravilloso mundo bajo la esquina de Kandooma”
Yo estoy saturado de videos con agua, la verdad… 🙂
Salud
te vas a convertir en un experto en tiburones
Este me ha gustado especialmente, no sé si más por los peces ballesta azules, que me han flipado, o por la sorpresa de la música y tu romanticismo oculto…
Esta canción ha salido ya por lo menos dos veces en vídeos. A mí todo lo que me recuerde que no envejezco, si no lo canta Justin Bieber ya me gusta. En este caso, esa canción creo qeu salió en la serie EL BARCO, de AntenaTriste.