El museo de la mantequilla


He visto de todo en el universo pero puedo confirmar y confirmo que esta es la primera vez que visito un museo de la mantequilla, que parece ser que Irlanda ha sido y quizás hasta lo sigue siendo una gran exportadora de este producto que jamás de los jamases falta en mi nevera, que además reconfirmo que jamás, repito, jamás, tripito, jamás, he tenido margarina en la nevera de mi keli, que antes que comprar esa aberración me corto las uñas negras de los pies que me permiten agarrarme a tubos como un pajarraco.


2 respuestas a “El museo de la mantequilla”

  1. Es curioso, cuando era niño y adolescente, ayer como quien dice, los desayunos siempre se componían de, además del tazón de café con leche, unas buenas rebanadas de pan con mantequilla, y para la merienda, muchas veces con chocolate y pan con mantequilla y azucar, tambien la nata de la leche, (Que tiempos aquellos en que se hervía la leche y se le sacaba la nata para hacer la mantequilla o comerla con pan y azucar) sin embargo, ahora ya hace años que no la como, y la verdad es que no se por que … 🙁
    Salud

  2. Pues es un vicio bien barato, en mi desayuno casi siempre hay pan tostado con mantequilla y mermelada. Últimamente mi madre se curra unas mermeladas caseras de manzana y de higos que están de puro vicio, hubo que reñirle al principio por la cantidad de azúcar, pero ahora ya está ajustada y perfecta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.