El primer fracaso con la pasta para alisar el muro


No seas truscolán y empieza a leer esto por donde se debe, que no es otro lugar que La buhardilla

Nos habíamos quedado con las paredes ya imprimadas y casi todo preparado para el gran evento que estaba por venir, pero antes de hacerlo, decidimos arreglar una de las paredes de hormigón que estaba en mal estado. Aconsejados por los empleados de la megaferretería, compramos un bote de muurglad, una pasta para recubrir la pared y alisarla. En el bote, en ningún lugar indicaban la cantidad que se podía cubrir, así que íbamos a ojo. Nos leímos las instrucciones del producto que solo decían de mojar el rodillo liso en el mismo y dar primero pasadas verticales, en una zona no más ancha de un metro, después pasadas horizontales (sin añadir nuevo material) y finalmente pasadas verticales y antes de que hubieran transcurrido los treinta minutos, pasar una especie de escobilla como las que se usan para limpiar cristales que lo alisa todo. Comenzamos por un extremo y fuimos haciendo lo que decían las instrucciones, pero el resultado fue decepcionante y teníamos claro que necesitábamos una segunda mano del producto y se nos había acabado el bote que teníamos, así que pedí cita previa en otra ferretería que era la única que me la daba para ese mismo día y demos gracias a mi Ángel de la Guarda por poner mi casa a un kilómetro y medio de las cuatro mayores de la ciudad, que están todas en la misma zona comercial/industrial para competir mejor entre ellas.

La regadera volvió a pedir salir en la foto y aquí la tenemos y por detrás, uno de los increíbles muros amarillos, está recubierto del material que lo tiene que alisar. Espero que no haya ningún comentarista retardado que piense que ese es el color final, esto es solo un material para corregir un problema. Se puede ver como nos quedó muy chapucero y eso que esta es la parte que resultó más bonita, que la zona por la que comenzamos a la izquierda de la foto y fuera de plano, estaba estriada como hembra con varices y tenía una pinta horrenda. Después de esto, hice lo que deberíamos haber hecho desde el comienzo, me fui al llutuve y encontré vídeos de julays explicando como ponerlo y lo que nosotros hicimos, aunque parecido, no tenía mucho que ver. Encontré también el comentario de un cliente de la ferretería que acabó como nosotros y que explicó, paso a paso, lo que había que hacer y también indicó la cantidad en metros cuadrados que se puede cubrir con un bote, que coincidió con nuestra experiencia. El bote del producto también sale en la foto, debajo de la regadera, que decidió montarlo allí mismo. El taburete ese ha pasado tantas batallas que si él hablara no quedarían santos en el cielo. Este contratiempo retrasó nuestra hoja de ruta un día, aunque tampoco es que nos lo estemos tomando como algo que haya que hacer a toda prisa y corriendo, que mi vecino tiene setenta y cuatro tacos y está disfrutando de la jubilación y yo estoy disfrutando del paro y la ansiedad y el estrés son muy malus compañeros.

Continúa a Conseguimos alisar la pared para seguir esta fastuosa y fabulosa línea argumental

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3 respuestas a “El primer fracaso con la pasta para alisar el muro”

  1. Pero que risa más estúpida me entra cuando voy bajando y veo esa regadera… me voy a pedir una por mi cumpleaños, verde y fardona como esa!
    Respecto a la pasta, no pienses que es fracaso, piensa que es intento fallido simplemente, cuando trabajas con un producto que no conoces, sale más veces mal que bien a la primera. Mi primer mueble «restaurado» daba muuuucha pena (y luego dió mucho más trabajo para arreglar el estropicio).

  2. Si, es una buena idea leerse los tutoriales de Youtube, Leroy Merlín también los tiene buenos y fiables, yo siempre me asesoro de esa manera, aunque siempre trato de hablar tambien con algún profesional en vivo, pero seguro que te va a quedar de pinga!!!
    Salud

  3. Figura! Blanca va a quedar fabulosa, pero a pared le faltan más manos de pintura, jojojo 🙂