El regalo gubernamental


Hace ya unas semanas que el ministro presidente del gobierno holandés saliente, que desde las elecciones no ha habido acuerdo y seguimos con los de antes, que seguro que serán los de después, pero hasta que eso suceda, en el gobierno todo el mundo está bien agarrado en su silla y como aquí es algo normal, pues no pasa nada. Decía que el ministro presidente salió un día por la tele y aunque todos pensábamos que iba a contar unos chistes y echarnos unas risotadas, se salió por la tangente y la divergente y anunció que todas las kelis del país, todas, todas, todas, recibirían una carta del gobierno con un código QúeRre especialísimo y podrían pedir gratis total o mismamente sin pagar nada, dos tests de esos de antígenos que te haces tú mismo para comprobar que no te han pegado el virus ese de la pandemia podemita y truscolana. Tampoco es que los susodichos sean carísimos, que hoy en día se compran en prácticamente cualquier supermercado o droguería por 2,99 leuros, que parece ser el nuevo precio, aunque en su día se vendían por 2,78 y los he visto hasta por menos. Yo de siempre tengo en mi casa un par de ellos por-si-acaso, que ya una vez usé uno para probarlo y echarme unas risas y otra vez se me atravesó un peote en el orto y me hice el test por si esas flatulencias tenían orígenes truscolanes y por supuesto, me compré dos más. A mis vecinos les llegó la susodicha carta como una semana antes que a mí y los pidieron, que han hecho un sistema super-hiper-mega difícil en el que la carta te trae un código QúeRre único, lo escaneas con tu telefonino, te abre una página güé en la que te piden que marques una casilla diciendo que eres rácano y tacaño y quieres los dos tests gratis total y cuando le das al botón, te mandan pa’l coño y te dicen que ya te llegará la carta a tu keli con ellos seguramente en una semana. Simple y para bosmongolos, no hay que rellenar un complejo cuestionario, no hay que poner mil datos, no hay que hacer más que clic y clic y aparecerán en tu keli. Mi vecino me restregó sus test cuando le llegaron y yo le expliqué por pasiva y por subjetiva que la dichosa carta no me había llegado hasta hace un par de sábados. Cuando vi una carta del gobierno dirigida a los julays que moran en esa keli, me imaginé lo que podía ser, aunque tampoco hace falta imaginación porque en el sobre, por fuera ya dicen que ahí está el formulario para pedir los tests. Como el código QúeRre ya contiene todos tus datos y no se puede cambiar, no vale de nada que roben la carta porque aún llegarían los tests a mi keli. Hice la complicada operación y me olvidé del tema hasta el viernes de la semana pasada, día en el que fui al cine y al volver a mi keli veo como un sobre gordo en la entrada. Lo primero que pensé fue que me había llegado algo de la China, aunque no sabía el qué era porque no recordaba estar esperando por nada y al acercarme, vi que era el sobre del gobierno con los dos fabulosos tests rápidos para saber si eres podemita o truscolán. Ahora se está poniendo de moda el hacerte uno justo antes de ir a una fiesta familiar o de cumpleaños y así, en teoría, todos entran limpios en el lugar y después cuando todos salen infectados, saben que hay un mentiroso en la pandilla o en la familia y hay que encontrarlo y exterminarlo. Mi amigo el Turco, que es más promiscuo, se los compra por cajas de veinte y cada vez que se le acerca alguien a su espacio vital, se espera un día y se hace el test e incluso me ofrece hacérselo cuando nos vemos, algo que yo le digo que no es necesario porque prefiero que me contagie el virus podemita y truscolán y así reprochárselo hasta el fin de los tiempos, que él sabe que se lo voy a recordar al menos diecinueve veces cada vez que nos veamos hasta que alguna enfermedad mental acabe con mi memoria o me corten la lengua.

Recuerdo que cuando estuve en España en julio el gobierno podemita y pro-truscolán del payaso inútil ese autorizó la venta pero SOLO en farmacias y con los farmacéuticos poniendo el precio que les sale de la chepa, con lo que convirtió un producto que podría ser muy útil en algo inútil. En los Países Bajos, la farmacia es seguramente el único lugar en el que no se pueden comprar porque todos sabemos que primero, nos harán esperar una hora y para cuando nos atiendan, nos pretenderán cobrar dos o tres veces más el producto siendo el mismo que está en las estanterías del super y te lo compras en cuestión de segundos.

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4 respuestas a “El regalo gubernamental”

  1. No se gastaron nada. Los compraron hace tiempo y los tenían almacenados sin usar. En realidad podrían haber dado bastantes más por keli

  2. El turco sabe que esos test no darían positivo por un contacto de 24 h, verdad? me da que no sabe como va el tema, si quiere controlar las 24 h anteriores… para lo de las reuniones familiares no está mal la idea, pero ya te digo que podrías estar contagiado y desarrollar (o no) síntomas tres días después de haberte hecho un test de esos y que saliera negativo… (y estar contagiado de entre cinco y siete días antes), pero bueno, si sois más felices así…

  3. sí vas a ver a la gente en el momento y sale negativo, hay al menos cierta paz de espíritu. Él se los compra por cajas y se hace varios a la semana cuando está en modo promiscuo, como la semana pasada que fue todos los días a la oficina.