Yo me he pasado años entrenando a mis vecinos, que son prácticamente ancestrales, en el uso y abuso de las nuevas tecnologías. Al principio tenían un ifone de esos de los pijos e influensers como Virtuditas, un trasto con la tira de años y que no les daba más que problemas y cuando por fin los convencí, los dos acabaron con sus androitotorotas y están tan felices. Con su ordenador la curva de aprendizaje fue más difícil porque a cualquier cosa que les salía le hacían clic y ya era demasiado tarde. También los entrené en el arte de no hablar con desconocidos y de jamás creer a nadie que te llama y te dice que es del banco y que hay un problema gravísimo con tu cuenta y posiblemente pierdas el dinero.
Con el uso de los androitotorotas las cosas han mejorado un montón porque ahora, cuando revisan correos sospechosos, lo hacen en el telefonino y ante la duda, hacen un pantallazo y me lo mandan y ya se han aprendido el mantra de que hay que esperar hasta que yo responda y eso fue lo que sucedió hoy, cuando me llegó el siguiente pantallazo con la pregunta ¿qué hago?
Yo lo miro y le digo que No haga nada, que esto es más falso que truscoluña, que no es nación, que como puede ser que el antivirus de su ordenador, que funciona perfectamente, haya encontrado esa morralla y en vez de informarle directamente, haya decidido enviarle un correo desde una dirección de correo desconocida y que hasta su cliente de correo lo haya clasificado como un correo sospechoso. Él me respondio que pues FALE y lo borró y ya siguió con su vida tranquilamente. Se lo enseñé a un compañero de la chamba que flipó porque lleva años explicándole lo mismo a sus padres y me dijo que una vez llegó a la casa y estaban hablando con un panoli que decía ser del banco y el padre ya estaba por transferirle todo su dinero para salvar sus ahorros del gravísimo problema que habían detectado.
Este tipo de ataques son cada vez más creíbles, ya no te mandan una trola de un príncipe de Nigeria podrido a millones, ahora es que usan hasta los textos y el formato de los programas auténticos. Por eso, ya lo mínimo que tienes que hacer es jamás responder una llamada de número oculto o desconocido, si no está en tu agenda y no estás esperando una llamada, no era para ti, punto. Jamás respondas a correos de gente desconocida y jamás, jamás, jamás de los jamases hagas clic en cualquier enlace de un correo, por más que te digan que te has ganado millones en una lotería para la que no compraste nada. Y lo más importante, antes de activar el modo de pánico total, piénsalo o pregunta.
Mis vecinos, por ahora, han conseguido graduarse con honores en el tema.
Una respuesta a “El tocomocho”
Yo tambien tengo matricula de honor desde hace años, una cosa es ser ancestral, que lo soy y a mucha honra, y la otra es ser imbécil… 🙂
Salud