Lo del preestreno sorpresa es como la caja de bombones de Forrest Gump o los bombones de Harry chapaPotter, que a veces sale bien y a veces sale mal y a veces sale que te cagas en todos los muertos de los que hicieron la película, como en este caso. A todos nos pilló descolocadísimos cuando empezó, no estaba en las quinielas de nadie y bueno, en los primeros cinco minutos ya se marchó un cuarto de la gente que estaba en la sala y al final llegamos un puñado muy escaso. La película se titula Emmanuelle y solo se ha estrenado en cuatro países del universo y uno de ellos es España, en donde le dejaron el título ese que si te suena es porque igual esto es un remake de otra, que no me queda muy claro.
Una julay putorra, se frota el coño como si fuese alérgica a los cipotes.
Una penca va en un avión y un pasajero se la chinga por detrás. Después va a un hotel en Asia y allí se pasa todo el día de pejigueras, intentando que se la chingue un chino mariquita y una china arretranco o algo así y siempre buscando que le empeten algo hasta los pelos de los güevos pero sin suerte porque su peli llegó en la época del buenismo y ahora las mujeres están muy por encima del sexo.
Esto es una puta mielda del copón. Desconozco si sigue la historia de la que se hizo hace la tira de años, pero en aquella, la protagonista era una joven con veintiún años que se veía joven y guapa y esta es una puretona de treinta y cinco que después de tanto tiempo, aún no sabe actuar. Como estamos en la era del buenismo, contrataron a un cámara minusválido y que no puede bajar la cámara y las imágenes siempre son de ombligo para arriba o hay un mueble espaventoso bloqueando la visión en las muy pocas, pero que muy pocas, escenas que pretendieron ser eróticas sin serlo. La escena del avión da pena, la escena de las dos panolis sentadas a dos metros de distancia haciendo como que querían inventar el fuego restregándose cada una el coño, que por supuesto no vemos, es patética y la escena del chino mirando como otro hace como que le come el chocho o algo así, pero mueve la cabeza más en la zona de las rodillas, que igual es que el panoli era ciego, es patética. Los diálogos son de denuncia en el tribunal penal de la Haya, la dirección nula y absolutamente nadie tenía ni puta idea de como actuar, estos buscaron en una tienda de liquidación de actores y actrices y compraron lo más barato. No hay trama, no hay erotismo, no hay empatía alguna con la protagonista y lo que sí que hay es un final que corta una escena mientras sucedía y que provocó los gritos de alguien del público de rabia que le dio y que comprendo. Al salir del cine, todos los que aguantamos hasta el final nos cagamos en las putas que parieron a toda la gentuza que participó en esta puta mielda del copón.
Esto no se lo deseo ni al Marico Hechicero de Ginebra. Recomiendo tanto a los miembros del Clan de los Orcos como a los sub-intelectuales con GafaPasta llevar una garrafa de gasolina y un mechero al cine para canalizar de manera apropiada su rabia.
Una respuesta a “Emmanuelle”
Que horrenda cagada!!!
Salud