Si alguien pone el póster de esta película en la página de la wikipedia que define los telefilms sería un gran acierto y una verdad como un templo. La cosa es que como solo pueden meter treinta espectadores por sala y sesión, las distribuidoras están retrasando tanto como pueden los estrenos de verdad y nos vemos obligados a padecer y sufrir las películas que en todos los otros universos del multiverso no se ven en los cines. En esta ocasión se trata de una titulada Line of Duty y que al parecer ya se estrenó digitalmente en España como En acto de servicio y con el subtítulo de truscoluña no es nación.

Un julay acarajotadísimo se junta con una pelleja influenser pero sin darle chimpún.

Un chamo picoleto o algo así como que está muy mal visto por sus compañeros y cuando secuestran al hijo de su jefe, este no lo quiere ver ni en pintura ni quiere que trabaje en el caso. El chamo como que pasa de todo y se junta a regañadientes con una pava que pretende ser influenser y que ha montado junto con la China Kudeiro una especia de canal de cutre-noticias de la ciudad. Entre los dos resolverán el caso en un rato que se me antoja muy largo mientras el resto de la policía se estiran los cataplines porque todos sueñan con tenerlos a la altura de las rodillas, que es más fastuoso. El picoleto correrá de vez en cuando pero es que el señor está ya muy mayor y cuando tiene que dejar atrás las muletas, es que parece una babosa tratando de coger velocidad.

Esto es un telefilm, no me queda ninguna duda. Está rodado como telefilm y tiene las aspiraciones de muchos telefilmes, que usan a alguien relativamente famoso para darle un toque de estrella pero el resto son desconocidos y después, con un mínimo presupuesto, se las apañan. En este caso la estrella es Aaron Eckhart, aunque yo diría que este actor está más bien estrellado y que su momento de gloria pasó hace mucho. Se le ve mucho más mayor de lo que es y para ser un poli, lo de las carreras persiguiendo a criminales se le da pero que muy mal. A su lado pusieron a una tal Courtney Eaton que ha salido en alguna película que he visto pero de la que no me acuerdo para nada y vista su nula química con el protagonista y lo mal que actúa, igual debería cambiar de agente y tratar de enderezar su carrera, o pone más empeño en encontrar un príncipe, como otras fracasadas actrices. Los diálogos en algunas escenas parecen haber sido escritos por alguien a quien extrajeron el cerebro anteriormente y se lo pisotearon antes de volvérselo a poner. El guion es estúpido y aburre, que es lo peor que le puede pasar a un telefilm, esto aburre tanto que en noventa minutos es más que probable que haya mirado la hora noventa veces. La escena final y la resolución de todo es peripatética, con cienes y cienes de billones y trillones de julays que siguen a la influenser haciendo acto de presencia para resolver el crimen. No sé a quién se le ocurrió la idea esa, pero recuerdo a cierta reina que decía una frase que viene en esta ocasión al pelo: ¡Que le corten la cabeza!

En fin, que esto igual gusta a los sub-intelectuales con GafaPasta porque hay una tonta en pantalla a menudo y de vez en cuando pegan tiros y hay explosiones. Definitivamente puede provocar un infarto cerebral a cualquier sub-intelectual con GafaPasta expuesto a la misma. Para ver en la tele, que es su medioambiente natural.