Falafel


Mi amiga la Chinita se cuelga para comer por la cara todos los martes y desde septiembre hasta hoy ha hecho un recorrido bastante completo por todas aquellas cosas que cocino. Procuro no repetirme demasiado y tener siempre algo distinto en la mesa. Hace un par de semanas me reprochó que hago muchos platos de carne así que me puse a investigar por la gran red y encontré algunas recetas de falafel que me llamaron la atención. Mi primera intención era hacer una garbanzada o unas lentejas pero después recordé que el toque mágico se consigue a base de chorizo, beicon o cualquier otra parte del cerdo que casualmente es carne y como quería un plato en plan vegetariano, opté por el falafel. Para hacer esta receta conviene tener una picadora o terminaréis con unos brazos como los de Madonna. También se puede cambiar los garbanzos secos por esos que se venden en bote y que están suspendidos en alguna solución de aspecto algo misterioso. Se preparan en poco tiempo pero hay que respetar las dos horas de reposo en la nevera o se os desharán al freírlos.

Los ingredientes: 1 taza de garbanzos secos, unos 250 gramos (o un bote de 400 ml de garbanzos), 1 cebolla pequeña, 5 dientes de ajo, media taza de cilantro fresco picado, media taza de perejil fresco picado, 1 cucharadita de levadura química, 8 cucharadas de harina, aceite para freír, 1 cucharadita de sal, 2 cucharaditas de comino, 1 cucharadita de cilantro molido.

La implementación: En la primera parte, dejamos los garbanzos en remojo toda la noche en abundante agua. Se escurren bien. Ponemos en la picadora la cebolla troceada, los dientes de ajo, el cilantro y el perejil y se pica. Se añaden los garbanzos escurridos y se pica bien. Echamos la sal, el comino y el cilantro molido y se mezcla todo bien. Finalmente se añade la harina y la levadura química y se sigue mezclando hasta que se forma una masa más o menos compacta. Lo cubrimos y lo ponemos en la nevera al menos dos horas.

Ponemos a calentar en una sartén aceite vegetal. Procurad que no humee. Yo hice las bolas de falafel en la palma de la mano, dándoles forma pero también se pueden hacer con dos cucharas. Procurad compactarlo para que no se deshaga al entrar en contacto con el fuego (aunque sin pasarse). Se van añadiendo a la sartén y se fríen unos dos minutos por cada lado. Al sacarlas, escurrir en papel de cocina.

A la hora de servirlas, compré humus (el cual prometo que aprenderé a cocinar para el futuro) y lo acompañamos con un pan pita. Se pueden servir perfectamente como tapas con mojo canario o con un alioli en las que bañarlas. Se congelan perfectamente tanto la masa como una vez fritas. Yo elegí esta segunda opción y las guardé en el congelador en bolsas para congelados. A la hora de calentarlas, las puse en el horno junto con el pan pita.

Está muy rico, tiene un color interior verde intenso, no hay nada de carne y ahora que he visto lo sencillo que es de preparar, ya le he perdido el respeto a los lugares en Amsterdam en los que puedes pedir falafel.

Si quieres ver otras recetas que he cocinado puedes ir al índice de Mi pequeño libro de recetas de cocina y allí tienes la lista completa


20 respuestas a “Falafel”

  1. Rodolfo, por supuesto que después repartes aire bendito a los cuatro vientos. Como con las castañas o las judías.

  2. Para evitar esos efectos secundarios de las legumbres, de lo mejor que he visto es usar alga Kombu. Pones un poco de remojo junto con las legumbres, a la hora de cocinarlas dejas el alga, cuando estén hechas ya puedes retirarla. La diferencia es grande.

    El otro día a uno de los cocineros de la Tele le oí decir que para los garbanzos también vale añadirle peregil al final de la cocción, eso no lo he probado, yo uso el alga.

  3. En los herbolarios.

    También me suena haberla visto alguna vez en algún supermercado grande tipo Al campo, pero de eso no estoy seguro al 100%

  4. Buenas! Hoy me ha llegado mi soberbio marcapáginas super-brillante-cantoso-que-te-cagas con el que nunca jamás podré perder la página del libro ni tendré que seguir metiendo las postales de sulaco como marcadores. Gracias!!! 😉

  5. Ah por cierto, este finde hice el queque con trocitos de chocolate, y me salió de muerte, de hecho, no consiguió sobrevivir ni 24h, y eso que soy negada para hacer dulces ni postres de ningún tipo, al próximo le echo trocitos de fruta en vez del chocolate, por probar, que la masa está buenísima.

  6. Le regalé un queque a Waiting este sábado (junto con 6 magdalenas que se unían a otras 6 que le di un par de días antes) y ni me lo agradeció. Yo creo que no le gustó.

    Me alegro que haya llegado el marcador y que sepas que me ofende que todavía duden de las recetas que selecciono y pruebo en varias ocasiones antes de publicarlas. Ni que esto fuera Microsiervos y su reconocida falta de calidad. No todo el mundo se puede jactar de tener la mejor bitácora sin premios en castellano y de haber conseguido mantener el nivel nada más y nada menos que siete años.

  7. Hola, probaré esta sin falta. Cuando voy de viaje siempre procuro probar los falafel si encuentro un sitio, están buenísimos.
    El hummus o humus lo prepara mi hermano genial, su truco cuando usa garbanzos de bote es pegarse la currada y quitarle las pieles a los garbanzos (es en serio), queda muy suave y cremosísimo. Ah, y servirlo con un poco de pimentón encima también ayuda.
    El tahini lo puedes reemplazar por comino en polvo, en caso de que no lo encuentres fácilmente, aunque en los supermercados orientales suele haber (aquí lo tienen los de ls chinos y los de los indios, por ejemplo).
    Saludos

  8. Tanto vino bebi que no te lo agradeci??? Las magdalenas desaparecieron y lo que quedaba del quque me lo lleve a mi oficina y dije que lo habia hecho un pana que a pesar de lo malisima que soy me hace postres un beso

  9. Ayer lo hice. Salió… mejorable. Creo que le reduciré un poco el cilantro fresco para la próxima vez. Pero… es una receta fácil de preparar y sabrosa de comer.

    Gracias, Sulaco.

  10. Yo hago un tahini casero bastante aceptable, a saber:

    2 cucharadas de semillas de sésamo (las venden en tarros junto a las especias en cualquier supermercado.
    1-2 cucharaditas de aceite (cualquiera vale)

    Se ponen las semillas en una sartén de fondo grueso y a fuego lento se ban tostando (removerlas de vez en cuando) hasta que estén doradas.

    Se ponen en un mortero (mejor de los de piedra) y se trituran junto al aceite hasta que se forme una pasta espesa (hay que tener un poco de paciencia)

    Y ya está.

    Una alternativa es poner mantequilla de cacahuete en lugar del tahini, el humus sabe muy bien con esto.