Foxcatcher


Este año la gala de los Oscars me ha pillado con varias películas que se han estrenado o muy tarde o directamente no llegan a tiempo e imagino que mi quiniela será un desastre del copón. Tratando de minimizar el daño, ayer fui al cine a ver la película que quiero comentar hoy y que creo que tiene unas cuantas nominaciones. El trailer no me llamaba la atención y personalmente, lo de ver cachos de carne vestidos con bañadores de tía dándose hostias es una cosa que particularmente no me interesa en lo más mínimo y ya entraba al cine con un poco de mal rollo. La película es Foxcatcher y en España se estrenó hace un par de semanas con el mismo título.

a un julay ajulandandrado le gusta sobar ortos

Un atleta que ha ganado una medalla de oro olímpica en la modalidad de lucha o algo así es convencido por un millonario más bien rarito para que se vaya a vivir a su finca y crear una especie de equipo de luchadores que entrenarán juntos para ganar premios y eso. Lo que parece una buena idea acaba convirtiéndose en un festival de mariconeo zafio y chaperismo entre dos tíos raros o muy raros y un tercero que hasta tiene esposa e hijos pero al que también le pone un montón vestirse con un bañador de tía.

Hacía tiempo que no iba a ver una película al cine y que un tercio de la sala se marche antes de que acabe la primera hora. La gente no aguantaba una historia que no es lenta, es criminalmente lenta, en la que el director se regodea en planos eternos en los que no pasa nada. El aburrimiento es constante y a eso se une el horror por ver a Channing Tatum dopado hasta los pendejos, deformado de tanto que le deben haber metido para darle volumen y haciendo una de las peores interpretaciones de su vida. El hombre resulta odioso en pantalla, sus planos son deleznables y cuando se transforma en un drogadicto que soba y acaricia al otro tipo, consiguió que se marcharan en un solo momento como dos filas de espectadores. Steve Carell tiene pegado un narizón enorme en la cara y no actúa, se limita a intentar mantener la cabeza con esa proa alzada y resulta igual de odioso. En ningún momento llegué a creerme que estuviese actuando, siempre tuve la sensación de que aquello era un espectáculo de maquilladores y que al transformarlo anularon todos y cada uno de los músculos que pueden mostrar emociones en la cara. El único que escapa a la hora de actuar es Mark Ruffalo, el tercero en un trío algo extraño. Toda la película parece compuesta de escenas que en muchas ocasiones no tienen una relación directa con las que preceden y suceden, es como un puzzle en el que vemos las piezas pero nunca tenemos una idea concreta de cual será el resultado final. La película en ningún momento gana tracción y cuando llega a los títulos de crédito te deja totalmente indiferente. En fin, que igual hay una exhibición de artisteo tan grande que un cacho de carne como yo no la supo ver.

Esto probablemente mate del disgusto a los miembros del Clan de los Orcos. Los miembros del club holandeses fueron los primeros en marcharse del cine. Tampoco creo que la aprecien los sub-intelectuales de GafaPasta.


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