Lo de ordeñar la teta hasta que ya no salga leche sino lefa es algo de lo que en este siglo se está abusando un montón y películas legendarias o series de películas legendarias ven como siguen cagando precuelas y poscuelas de ellas para aprovechar lo que los pollabobas y julandrones de márketing llaman Propiedad subIntelectual, porque al parecer ya no hay gente que tenga buenas ideas. El de hoy es un buen ejemplo. La última película de esta serie, que en realidad ya estaba fuera de la saga normal, fue en el año 2015 y nueve años después llega Furiosa: A Mad Max Saga y en España se ha estrenado con el título de Furiosa: De la saga Mad Max, que suena estúpido que no veas.

Una julay marimacho tiene ansiedad porque no hay pepinos frescos en el super.

Tenemos que en Australia, en el sitio ese seco, hay un valle con agua, árboles y gentuza y allí vive una niña que es raptada por unos y la madre, que es pelleja que no veas, va detrás de ellos y los mata y al final muere y a la chiquilla la adopta un jinameño líder de gentuza como cualquier actual presidente suciolista de gobierno. La pava medra y se hace pasar por marimacho y convence a un conductor de guaguas para que la entrene sin tocarla y eso y después supuestamente quiere coger carretera y manta y volver al poblacho de su madre. O algo así.

Yo es que ya no me acuerdo de la anterior, pero al parecer esta es una precuela de esa y tenemos ahora una niña gilipollas y antipática, que después se transforma en una modelo a la que al parecer, le han puesto una capa de repelente de polvo y suciedad que no veas porque todo el mundo está que da asco y ella está más limpia que el niño Jesús del Portal de Belén del parque San Telmo. La historia se ve muy forzada y como en cierto momento cambian a la niña y ponen a la otra pava, de repente la actuación es muy distinta, el carisma cambia y la transición fracasa. Es una peli de acción entretenida con mucha hambre y miseria, pero también con muchísimos efectos especiales cutrísimos hechos por ordenador, pero en plan pobre, que se notan a kilómetros y que estropean toda la experiencia. Lo mejorcito es Chris Hemsworth, que nos recuerda que es un buen actor y sobre todo en las escenas finales lo borda y a la pava esa que pusieron, mejor se dedica a su carrera de modelo y nos ahorra unos cuantos disgustos, que la pobre tiene menos carisma que una babosa y pese a ser follable, estamos en el cine para disfrutar una historia, que para lo otro ya está el cine porno. Las dos horas y media son criminales, esto se podía haber finiquitado en cien minutos y con la pasta que se ahorraban, podrían haber hecho buenos efectos especiales y sería un clásico.

Ya se oyen los alaridos de los miembros del Clan de los Orcos convocándose para ir en manada al cine, llevando hasta a las hembras. Probablemente espantará a los sub-intelectuales con GafaPasta. Una peli sosa y una mancha en una saga increíble.