El camino para convertirte en un buen sub-intelectual es muy duro y entre otras cosas, incluye el no descartar películas de animación japonesas aunque te la suden y tengan el título más estúpido del universo conocido y por conocer. Por eso y porque era de lo poco que no he visto en la pantalla y no me apetecía echar tres horas y cuarto de Avatar, decidí ir al cine a ver esto sabiendo que estaría rodeado de adolescentes que parecen adorar todo lo que viene de animación desde Japón, aunque me dio la impresión que se marcharon del cine bastante decepcionados. La película tiene el fastuoso título original de Gekijôban Tensei shitara slime datta ken, aunque yo la vi como That Time I Got Reincarnated as a Slime: The Movie – Scarlet Bond y no parece que esto se estrene en España, ni siquiera como truscoluña no es nación, que sería una traducción más linda que la de aquella vez que me reencarné en una babosa.
Unos julays pollardones me tocan los güevos a destajo
No me llegó a quedar claro de qué va esto pero hay una babosa que se transforma de cuando en cuando, están como en un universo con diferentes razas de chusma y gentuza de la peor incluyendo a la escoria podemita y truscolana y en un reino del lugar, la reina tiene una corona que le da poderes mágicos y en lugar de usarla para que todos los machos cabríos del reino le vengan a comer el coño, la usa para gastar su energía y morir pronto y parece ser que la corona fue un regalo envenenado de un espíritu o algo así que quiere el cuerpo para reencarnarse pero se lo tienen que dar voluntariamente. Cuando nadie sabe de qué coño va la cosa, ahí montan una pelea y así avanzamos temporalmente. O algo así.
Yo le doy gracias a mi Dios y a todos los demás por haberme dotado con el módulo defensivo más avanzado y puedo confirmar y confirmo que hubo tramos de la película en los que me dormí. Esto es estúpido hasta niveles increíbles y bueno, es un insulto decir que eso es animación, que las series televisivas japonesas de hace décadas tenían incluso más calidad que esto, es que es patético, en el sesenta por ciento de las escenas, toda la pantalla está congelada y se mueve una minúscula zona, la que representa al panoli que habla, que al parecer es supernormal y natural lo de imágenes congeladas. La historia es absurda y no tiene lógica alguna, los diálogos son para cortar las lenguas y las gargantas de los que los escribieron, los colores son tristes y patéticos, no hay continuidad argumental alguna y para cuando acaba, sales del cine y aún no has llegado a la escalera y ya la has olvidado.
En esto, tanto los miembros del Clan de los Orcos como los sub-intelectuales con GafaPasta, coinciden en que tirar a una hoguera todos los discos duros en los que está guardada la película es algo que nos agradecerán las generaciones futuras de humanos. Tienen suerte que he visto tanta mielda en un corto periodo de tiempo que tengo que distinguir entre las distintas mieldas y esta sale ganando comparada con las otras dos.
Una respuesta a “Gekijôban Tensei shitara slime datta ken”
No salgo corriendo a toda leche porque a mi jamás me pillarán, ni me han pillado para ver uno de estos bodrios.
Mi admiración por el espíritu masoquista cinematográfico del Sulaco… 🙂
Salud