Babylon


Llegamos a una de las películas de las que se habla para los Oscars y es una que parece funcionar muy bien en los extremos, está la gente a la que le gusta y los que la odian y entre ambos grupos, hay muy poco o nada. El director es Damien Chazelle, que aunque no tiene muchas pelis, sí que han sido conocidas, como la maravillosa Whiplash, el super-hiper-mega peliculón de La ciudad de las estrellas – La La Land o la entretenida First Man (El primer hombre) – First Man. Ahora regresa al universo de Hollywood, que es muy endogámico, con Babylon, que se estrena en España esta semana con el mismo título y la discreta duración de tres horas y diez minutos, o eso que son ciento noventa minutos de cine sin pausas.

Un montón de julays viven el sueño de Hollywood, algunos, hasta con chimpún.

Tenemos que un latino que trabaja para un ricachón quiere trabajar en el cine y lo consigue y una pava que conoció en una fiesta, por pura casualidad se convierte en una estrella del cine mudo y un chamo que es un estrellón del cine ese sin palabras, cuando llega el cine sonoro ve como su carrera se acaba y hasta tenemos un negro músico que se hace famoso pero que no parece ser lo suficientemente negro para la cámara. Es la edad de oro del cine mudo y en el horizonte aparece algo que dicen que será lo nuevo, el cine sonoro. Hollywood es el reino de las orgías, bacanales y burradas de todo tipo y los actores son como dioses. Todo es posible allí y con la llegada del cine sonoro, habrá un gigantesco terremoto que destruirá a unos y elevará a otros, mientras las drogas no dejan de circular por las fiestas.

Esto es una interpretación libre de la propia historia del cine, rodada a lo grandioso, con un elenco espectacular y con una duración desmedida, de tres horas y diez minutos. Su grandiosidad es su principal ventaja y desventaja, tenemos tantos actores secundarios que muchos aparecen, elaboran una pequeña sub-trama y después desaparecen por completo y nunca más sabremos de ellos, mientras que a otros los seguimos continuamente. Todo parece orbitar alrededor de Diego Calva, el latino que quiere trabajar en el mundo del cine y que lo consigue, de Brad Pitt, estrellón del cine mudo que no consigue adaptarse al sonoro y que ve como su estatus de poco menos que rey de Hollywood se esfuma en muy poco tiempo y de Margot Robbie, que se cuela en una fiesta, consigue un papel de actriz y al mismo tiempo es drogadicta a tiempo completa y adicta al juego, se hace famosísima y sus adicciones la destruirán y arrastrarán a Diego Calva con ella, que el chamo estaba encoñadísimo de ella y la chama se aprovechaba todo lo que podía y más, sin darle nunca nada a cambio, que yo creo que el pavo no le comió el coño ni una sola vez. Las escenas de rodaje de pelis con cientos de extras son espectaculares y las fiestas increíbles, pero siempre, entre todo eso, tenemos las historias de muchos actores secundarios y quizás podrían habernos ahorrado muchas de ellas para hacer la película más ligera y digerible.

En algunos momentos, la música suena totalmente a La ciudad de las estrellas – La La Land, juraría que hay como tres canciones instrumentales de la banda sonora que están inspiradas por la otra película. Esto es cine hecho para la gente a la que le gusta el cine.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, no sobrevivirás a la duración de esta peli. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, esta la tienes que ver.


2 respuestas a “Babylon”

  1. Hombre! Qué rápido has servido esta crítica, estás volviendo a ganar enteros. Lo que no sabía era lo de más de 3h