Empecemos por lo obvio. Cualquiera con medio dedo de frente y que no comente en el mejor blog sin premios en castellano puede escrifir Terrifier en esa caja mágica que hay en la parte superior derecha de la página y no habrá resultados, salvo ahora que la palabra ha sido añadida con la segunda película de esta saga de la que yo no vi la primera por algo tan sencillo como que se estrenó directamente en plataformas digitales y tales y tales en su día y a lo mejor alguno hasta recuerda que yo solo veo cine en el C-I-N-E, que no voy a explicar qué cosa es pero igual hasta se pueden hacer una idea. Siendo de terror y sabiendo que segundas partes de estas pelis son más de lo mismo, fui a ver Terrifier 2, que al parecer y milagrosamente, también será la primera de la saga que se estrena en cines españoles casi al final de febrero con el mismo título que aquí, aunque consideraron ponerle truscoluña no es nación.

Una julay acaban en el desierto por culpa de un inmigrante ilegal y allí hasta hay chimpún.

Tenemos que una pava rarita se ha hecho una especie de disfraz de Ángel arretranco tirando a putón verbenero y se le queman las alas en su keli. En paralelo, su hermano, que es una especie de mezcla entre retardado, acarajotado y abiertamente gilipollas y más que seguro sorbe-penes, pretende disfrazarse de un clon que mató a un montón de gente. La pava se va a una fiesta de Halloween en la que su mejor amiga, para demostrarle todo lo que la quiere, le metió ácido en la bebida y la drogó cuando ya ella iba medicada porque está chiflada y reciéntemente salida de manicomio y por allí aparece el clon ese, que parece seguir a la pava, aunque nunca nos explican por qué y aquello acaba muy mal.

Dos horas y dieciocho minutos para contar una mierda de historia que se podía haber contado en un episodio de serie de treinta minutos y hasta habríamos tenido momentos para aburrirnos. El guion es inexistente, los actores los eligieron en la sección de lo más malo lo peor en una tienda que regala actores usados, los efectos especiales son lo absolutamente más malo que he visto en mucho tiempo y esto al final no es terror, es cine gore de la más ínfima categoría. Tenemos una escena en la que el malo ataca a una pava, le arrea hostias mortales, le arranca el pellejo de la cara mientras la tía permanece viva y en activo, le arranca un brazo, le corta tiras en la espalda, la acuchilla varias veces, la tía suelta fácilmente noventa y cuatro litros de sangre, pasa seguramente media hora o más, la madre llega a la keli y se encuentra al tío poniéndola en la cama en plan decoración y la hija después de todo eso y mucho más, sigue vivita y pidiendo a la madre que la ayude. Y esa es una de muchas muertes similares, que aquí que te corten la cabeza no impide que sigas vivo. Esto es una puta mielda del copón de pé a pá. La cantidad de minutos en los que te aburres hasta el infinito es tan grande que no los puedes contar, creo que miré la hora en mi telefonino un total de ciento treinta y ocho veces, era como si alguien hubiese conseguido parar el tiempo. Cuando termina, con una cagada de final, aún hay una escena de cinco minutos por lo menos en los títulos de crédito, una que no sé cómo acaba porque yo, como el resto de la gente en la sala, nos marchamos.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, esto te habría encantado si durara hora y media, pero con los cuarenta y ocho minutos adicionales, estoy convencido que se te acabará la paciencia y quemarás la sala en la que la pongan. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, esto está prohibido para ti. Un serio candidato al zerolo del año.