Me acuerdo que yo estuve durante años escuchando un podcast de cine, que comenzó super-bien y después fue derivando hacia el mundillo de los sub-intelectuales con GafaPasta y aquellos dos pollabobas se tragaban las pollas de cualquier director de cine iraní que se la pusiera en la boca y además loaban esa lefa tan nutritiva y sabrosa. Después, una de cada veinte películas que loaban llegaba a la filmoteca, yo iba a verla y me cagaba en la puta madre que parió a los críticos y a todos los iraníes que participaban en esas pelis y terminé por cancelar mi subscripción al podcast. Todo eso lo tuve presente a la hora de decidir si ver la película que voy a comentar, aunque yo creo que al final lo que provocó mi decisión fue la cara de la pava del poster que es que parece que está ya con la boquita de chupar pollas. La película se titula Holy Spider y pasó por España por un par de festivales de cine y dudo que llegue a las salas convencionales, ni siquiera aunque la titulen truscoluña no es nación.

Una julay investiga los crímenes de un asesino en serie al que le mola el chimpún

Resulta que una periodista, hembra, o sea, con coño peludo o pelón, viaja una ciudad santa iraní para investigar los asesinatos de prostitutas por un asesino en serie. Hablando con las putas y hasta haciéndose pasar por una, consigue encontrar al asesino, casado, con un hijo y que hasta parece un joputa-terrorista-islámico normal, sin su mochilita pero con cuchillo y eso. Al final la chama consigue que lo detengan pero casi lo sueltan en libertad porque todos los joputas-terroristas-islámicos estaban de su parte porque matar putas y matar mujeres es algo super bien visto por su puto Dios y sus hijodelagranputa profeta, o algo así.

Esto está basado en un asesino en serie real que hubo por allí, aunque lo mejor es ver como se desprecia, se margina y se humilla a las mujeres cuando no están tres metros por detrás de los hombres, cargadas como mulas y mirando hacia el suelo. Tremenda alegría de país que es el Irán ese de mielda. La historia entretiene y es muy didáctica sobre los modos de vida de ciertas alimañas pero para mí que se hizo muy larga, que vemos al chamo matar hembras una y otra vez, son dos horas y hay muchísimo de más de lo mismo. Como en Irán hay tanta libertad, la película se grabó en Jordania, que dice mucho de esa gente. La película es un viaje a los horrores de las mujeres en países en los que son máquinas de parir, limpiar y cocinar, con los mismos o menos derechos que un cerdo en un matadero. Hasta la gilipollas casada con el asesino justificaba los asesinatos de su marido poco menos diciendo que él era un santo y era la mano del profeta ese follador-de-niñas. En fin, que no hay más que decir.

Esto es como una peli de AntenaTriste o Telajinco para la sobremesa del fin de semana, un telefilm entretenido pero que se olvida pronto.