Horns


Esta semana la cadena de cines a la que estoy abonado tenía una sesión de pre-estreno para los miembros de su club, que somos los que pagamos nuestra mensualidad. En esas sesiones, que suelen ocurrir cada dos meses, aparte de ver una película antes de su estreno en los cines nos dan comida y bebida y el cine se llena hasta la bandera. En esta ocasión el papeo era botella de refresco de medio litro y una bolsa gigantesca de cotufas a elegir entre dulces o saladas. La película que íbamos a ver está catalogada como drama, terror y fantasía y por lo que había visto en el trailer prometía mucho. Se trata de Horns y que yo sepa, no tiene ni fecha ni título para su estreno en España, aunque igual la titulan Cuernos, Vitorino o quizás más apropiadamente, truscoluña no es nación ni democracia.

Un julay medio pajero investiga el asesinato de la chama que empalaba mientras todo el mundo lo acusa a él y le crecen unos cuernos que no veas en la frente

Un chaval que está convencido que el primer potorro que comió es el verdadero y que ve toda su vida con ese único sabor es acusado de asesinato después de que la chama aparezca muerta. Mientras trata de limpiar su nombre y encontrar al asesino, le salen cuernos y adquiere poderes místico-religiosos.

El guión está basado en una historia del escritor Joe Hill, hijo del legendario Stephen King y eso únicamente prometía un montón. Desde el primer minuto parece haber algo mal con el sonido, suena a doblaje de película al español, con una banda que da la impresión que fue añadida sobre el original. Si a esto le añades que eligieron contar la historia de una manera no lineal, saltando del presente al pasado y al pasado más lejano antes de regresar al pasado próximo y volver al presente, complican demasiado la cosa y consiguen que no nos centremos. Daniel Radcliffe intenta hacer un buen trabajo pero el guión es tan patético y los otros actores tan malos que no lo consigue. Además, los diálogos chirriaban por todos lados y siempre tienes la sensación de estar viendo un producto inferior y preparado para la tele. Pese a lo prometico, no hay absolutamente nada de terror en la película, el drama es demasiado mascoso y la fantasía se limita a los cuernos del chamo y a la reacción de la gente en su presencia. La película tira en muchas ocasiones de lo cómico pero tampoco eso les salva. Para cuando llegamos al final, estamos cansado de una historia demasiado larga y aburrida, de unos personajes muy mal presentados por culpa de los saltos temporales y de unos efectos especiales que dan vergüenza ajena (y hasta de la propia).

No me puedo imaginar que esto atraiga a los miembros del Clan de los Orcos a menos que sea para destrozar las butacas del cine por la frustración tan grande que adquirirán con la película. Definitivamente no es cine para sub-intelectuales de GafaPasta y cualquier otro ser humano debería evitarla a menos que sea la única opción en un vuelo de ocho horas.


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