Hay cosas que pasan por la filmoteca que uno no puede ni imaginarse como consiguieron financiación y la película de hoy es un buen ejemplo. Jamás escuché de su existencia antes de sentarme para programar mi visita y hasta tuve que ver el trailer porque ni sabía si eso sería algo en un idioma que me interese, que lo de leer subtítulos en holandés es algo que puedo hacer pero evito porque cuando leo no miro la pantalla. La película en cuestión se titula Kajillionaire y al parecer se estrena en España antes de Navidad con el mismo título, aunque sopesaron titularla truscoluña no es nación.

Una julay friki con padres frikis se juntan con otra julay pero sin nada de chimpún.

Una chama que directamente habría podido ser protagonista absoluta de Crónicas Marcianas vive con sus padres frikis en una vida friki hasta que conocen a una pava con la que se embarcan en un timo, aunque la chama no está convencida. La cosa irá a peor y a mejor y a algo más mientras el mundo de frikismo en el que vive se tambalea o algo así.

No hubo gente marchándose de la sala porque estaba solo pero esta es una de esas en las que la gente sale por patas en muy poco tiempo ya que ni siquiera llegas a saber si van en serio o si esto es una película para reírse de los espectadores. En todo momento nos bombardean con paridas y más paridas que fallan en provocar risas y que o te escandalizan o te dejan indiferente. Yo basculé más hacia este segundo grupo y las polladas que decían o hacían como que me la traían al fresco y según avanzaba la historia iba perdiendo interés y agradecía la calefacción y el ambiente seguro en un día en el que no paró de llover en la calle. De la película en sí ya casi no recuerdo nada salvo que me dio pena ver a Gina Rodriguez, que es una actriz que me gusta un montón, en algo tan soso y zafio, aunque imagino que ella también tiene que poner un plato en la mesa y si cosas así son las que le ofrecen, pues pa’lante.

En fin, que definitivamente esto no es un plato de gusto para los miembros del Clan de los Orcos pero también dudo muchísimo que lo sea de los sub-intelectuales con GafaPasta. Una más para olvidar.