Una película holandesa rodada en Italia y con abundantes escenas en italiano en el trailer es algo que yo no me pierdo ni jarto de manzanilla y según se ha estrenado, la he ido a ver durante la semana, en un cine que me sorprendió porque había bastante gente, que yo las pelis neerlandesas siempre las veo en la intimidad, pero después me enteré que en realidad la peli se ha hecho con los protagonistas de la serie del mismo nombre y que duró tres temporadas y la peli es una historia que sucede después del final de la serie, que puedo confirmar y confirmo que ni la vi ni la veré. La película se titula Klem y vamos, es más fácil que el Coletas acabe de presidente del gobierno español con alguna de sus putitas concubinas a que esto se estrene en España.

Unos julays van a visitar a otros en Italia y se acaba montando un pitote que no veas, pero sin chimpún.

Tenemos que un pavo que parece tener un trabajo digno o algo así, conduce hasta Italia con su nueva hembra y su hija a visitar a otros que parecen criminales y que ahora tienen una finca con parras y producción de vino. Resulta que se la vendió por cuatro perras un viejo que ya la palmó y ahora la hijaputa que no veía al padre quiere recuperarla y se junta con un delincuente para echar a los neerlandeses y bueno, la cosa se complica porque si la japuta es gentuza, estos son gentuza y media.

Está claro que el cine estaba concurrido porque allí había muchos que habían visto todas las temporadas de la serie y querían saber como continuaba la historia. En mi caso, no me hizo ver la serie para captar meridianamente las movidas entre los machos y las hembras. La historia es simple y directa y se centra más bien en la parte criminal, que allí, italianos u holandeses, todos son criminales. Para aligerar un poco la carga ponen una historia tonta con las dos hijas adolescentes de los machos, que son más putas que la gallina turuleta y que se buscan machos italianos para que se la empeten hasta los pelos de los güevos. Fascinante ver como esas chiquillas de quince años o menos tienen libertad absoluta para irse en motocicleta al pueblo a cabriá hasta altas horas de la noche. La peli entretiene y está bien hecha, pero no deja de ser un telefilm visto en el cine. Uno de los protagonistas es Barry Astma, que hace una década parecía que iba en ruta a convertirse en el mayor actor neerlandés y el más conocido internacionalmente y como que se le acabó la racha y ahora parece que pulula en series de televisión, eso sí, super-hiper-mega avejentado, que la década de tiempo terrestre transcurrida en su caso parecen haber sido dos décadas y media.

Esto es algo que jamás irían a ver ni los miembros del Clan de los Orcos ni los sub-intelectuales con GafaPasta. Demasiado diálogo para unos y muy estúpido para los otros.